"Creo que el adolescente que muchas veces opta por recorrer el camino del 'homosexualismo' (sic) tiene un contexto familiar muy próximo, basta investigar", dijo, y añadió: "Son familias desajustadas, algunas; falta atención del padre, falta atención de la madre".
El término "homosexualismo" dejó de ser usado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace décadas, porque la homosexualidad no es una enfermedad, pero en sectores religiosos y ultraconservadores de Brasil aún es habitual.
"La biología dice que no es normal la cuestión de género, la opción que tienes como adulto de ser un homosexual yo la respeto, pero no estoy de acuerdo", dijo.
Ribeiro también dijo que para mejorar los resultados en la educación básica del país hay que revisar los contenidos que se imparten en las escuelas, "porque se gasta tiempo en asuntos que son secundarios", y añadió que hay que asegurarse de que no hay "incentivo a las discusiones de género".
El funcionario es graduado en Derecho y Teología, y pastor evangélico de la Iglesia Presbiteriana; es el tercer ministro de Educación en poco más de año y medio de Gobierno de Jair Bolsonaro; sus antecesores abandonaron el cargo tras numerosas polémicas y escasos resultados.