Cometer un error él mismo no es su principal preocupación, afirma el piloto citado por The Express. Más bien, las acciones de otra persona o de fuerzas externas que pueden hacer que algo salga mal es lo que le provoca más estrés.
"En su mayor parte, los pilotos temen las cosas que no pueden controlar (...) Tenemos menos miedo de cometer un error fatal que de encontrarnos víctimas del error de otra persona o a merced de fuerzas impasibles a nuestras habilidades o experiencia", asegura Smith.
Hay una serie de accidentes que preocupan particularmente a Smith. Entre ellos: los incendios causados por baterías de litio, explosiones de alta velocidad, pájaros que destruyen múltiples motores, fallas mecánicas catastróficas y colisiones en el suelo.
"El peligro no es un pequeño incendio en la cabina de pasajeros donde se puede apagar fácilmente con un extintor de mano, sino la posibilidad de un incendio inaccesible más grande en un compartimento de equipaje o carga", detalló Smith.
Con relación a las posibles colisiones con aves, el piloto reveló que son un acontecimiento común, pero la mayoría no causa daños a las aeronaves. Pueden, sin embargo, ser "ocasionalmente peligrosas".
"Las aves no obstruyen un motor, pero pueden doblar o fracturar las explosiones internas, causando pérdida de potencia (...) Cuanto más pesada es el ave, mayor es el potencial de daño", explicó el piloto.
Un ejemplo de un accidente grave causado por pájaros es el conocido milagro del Hudson en 2009. En la ocasión, el vuelo 1549 de US Airways fue impactado por una bandada de gansos, lo que dañó ambos motores de la aeronave. Como resultado, el piloto se vio obligado a amerizar sobre el río Hudson.
El piloto puso de relieve que los sucesos que le dan miedo a la hora de volar ocurren con muy poca frecuencia, pero "por improbables que sean estas cosas, todas han sucedido una o dos veces".