El Gobierno colombiano mantuvo desde marzo hasta finales de agosto pasado un aislamiento preventivo obligatorio, pero desde que el pasado 1 de septiembre empezó a regir el aislamiento selectivo voluntario muchos colombianos parecen haber olvidado el distanciamiento social y el tapabocas.
"Da miedo salir en estas condiciones y ver a mucha gente tan fresca (relajada), sin tapabocas y saludándose hasta con abrazos", agrega la mujer.
Aislamiento ampliado
Desde el lunes en la tarde, a través de su programa televisado "Prevención y Acción", el presidente Iván Duque anunció que extendería por todo octubre el aislamiento selectivo voluntario, por lo que al día siguiente, a través del decreto 1297, la medida fue ampliada hasta las cero horas del 1 de noviembre.
"El problema está en que la gente entendió que el aislamiento voluntario era el fin de la pandemia y salió en desbandada, ahora, en este mes y en noviembre, será cuando empiecen a verse los estragos, con picos de contagios y rebrotes focalizados", considera ante esta agencia el médico internista Juan Pablo Salazar.
Rebrote en curso
El propio ministro de Salud, Fernando Ruiz, reconoció esta semana que el país se dirige "hacia una alta probabilidad de rebrotes, como sucede en Asia y Europa", pero mientras eso llega otra ala del Gobierno prefiere destacar el resurgimiento de la economía y la recuperación de tres millones de empleos que se habían perdido desde abril por cuenta de la pandemia.
"Cuando vino la parte más dura, más cruel de la pandemia, llegamos a tener una tasa nacional de desempleo del 20%, un poco más", pero con las cifras reveladas el miércoles por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) "demostramos que la reactivación está en marcha, que cerramos el mes de agosto con una tasa de desempleo que está en el 16,8%", dijo Duque este jueves en un acto público transmitido por la Presidencia de Colombia.
Aunque el mandatario subrayó que la cifra de desempleo "sigue siendo alta", confió en que el país se está recuperando, aunque resta por ver si ello se logra a merced de la salud de miles de colombianos que podrían contagiarse con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que ya deja en el país más de 830.000 enfermos registrados y más de 26.000 fallecidos.
"Uno pensaría en un aumento de casos, lo que no se esperaba era la indisciplina social y que las personas se olvidaran o no quisieran ponerse el tapabocas y no consideraran asumir todas las medidas de bioprotección (…), aspectos que podrían llevar a un aumento inusitado de la enfermedad", afirmó Miyerlandi Torres, secretaria de Salud de Cali, en declaraciones a la prensa.
Cali es hoy en día muestra del riesgo que corren otras ciudades del país en seguir su misma suerte por la falta de conciencia sobre la pandemia, que deja un promedio de 500 personas contagiadas cada día y otras diez muertas por jornada en ese municipio, una cifra que se esperaba tener reducida para esta temporada.
Riesgo de empeorar
La situación puede ser aún peor si se tiene en cuenta que en los últimos once días, desde que se reactivaron los vuelos internacionales, han ingresado al país más de 15.000 viajeros entre nacionales y extranjeros.
Aunque el organismo sostiene que aplica un estricto control de bioseguridad, que desde este día incluye por parte de los viajeros la presentación obligatoria de una prueba PCR para COVID-19 negativa, realizada con máximo 96 horas de antelación al viaje, la realidad es que el virus sigue al acecho de cualquier descuido como los que muchos colombianos cometen por estos días.