"Con respecto al equipo militar canadiense que pudo haber sido utilizado en esta situación, el ministro de Relaciones Exteriores (Francois-Philippe Champagne) inició una investigación sobre lo que sucedió exactamente", dijo Trudeau.
El 30 de octubre, el Comité Nacional Armenio canadiense alegó que los drones Bayraktar TB2 fueron utilizados en la disputa por las fuerzas armadas de Azerbaiyán e instó a Canadá a detener las ventas militares a ese país y Turquía.
El primer ministro pidió el cese inmediato de las hostilidades en la disputada región de Nagorno Karabaj e instó a las partes en conflicto a sentarse a la mesa de negociaciones.
El Gobierno canadiense suspendió la emisión de nuevos permisos de exportación de equipo militar a Turquía citando violaciones cometidas durante su accionar en el noreste de Siria, según el informe de Exportaciones de Artículos Militares de 2019.
No está claro si esas restricciones se levantaron posteriormente y el informe tampoco menciona las ventas a Azerbaiyán.
Los funcionarios armenios acusaron a Turquía de infiltrarse en el conflicto.
Ereván también afirmó que Ankara desplegó mercenarios de Siria para luchar junto a las tropas azerbaiyanas en la región de Nagorno Karabaj.
Ankara negó todas las afirmaciones armenias, y el vicepresidente del comité de Seguridad e Inteligencia del Parlamento turco, Mehmet Altay, le dijo a Sputnik que las acusaciones de mercenarios respaldados por su país son "infundadas".
Desde 1991, Armenia y Azerbaiyán han estado involucrados en un conflicto sobre Nagorno Karabaj, una región de mayoría armenia que proclamó su independencia de lo que fue la República Soviética de Azerbaiyán.
Armenia declaró la ley marcial y la movilización general, mientras que Azerbaiyán tomó las mismas acciones pero de manera parcial.
Además, Azerbaiyán cerró sus aeropuertos a todo el tráfico aéreo internacional, excepto a Turquía, que se comprometió a apoyar a Bakú.
El 1 de octubre los líderes de Rusia, Estados Unidos y Francia, los países copresidentes del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), pidieron el cese inmediato de las hostilidades en Nagorno Karabaj.
Los presidentes expresaron sus condolencias a las familias de los muertos y heridos y pidieron a Ereván y Bakú que se comprometieran a reanudar las negociaciones sin condiciones previas.