"Las Fuerzas Armadas de Turquía están participando directamente en las hostilidades. Los aliados de Turquía en la OTAN tienen que explicar por qué los aviones F-16 bombardean las ciudades y pueblos de Karabaj, matando a civiles", citó al político armenio el servicio de prensa del Gabinete.
Pashinián agregó que "en el bando de Azerbaiyán, bajo el patrocinio de Turquía, participan terroristas que fueron trasladados desde Oriente Medio".
"¿Cómo alguien resulta capaz de aconsejarnos que dejemos a la población indefensa de Nagorno Karabaj a solas con los terroristas y extremistas? Solo en el caso que Turquía fuera expulsada del sur del Cáucaso, se podría establecer una tregua", subrayó el primer ministro de Armenia.
El jefe del Gabinete armenio instó además a los países occidentales a revisar todos sus acuerdos de suministro de armas a Ankara.
La propuesta fue formulada después de que The Globe "comunicara que los sistemas de guiado (de la canadiense) L3Harris Wescam, que fueron vendidos a Turquía, son utilizados por Azerbaiyán en operaciones bélicas".
La propuesta fue formulada después de que The Globe "comunicara que los sistemas de guiado [de la canadiense] L3Harris Wescam, que fueron vendidos a Turquía, son utilizados por Azerbaiyán en operaciones bélicas".
La víspera los líderes de Rusia, Estados Unidos y Francia, países copresidentes del Grupo de Minsk, creado en 1994 para impulsar una solución del conflicto, instaron a Bakú y Ereván a poner fin de inmediato a las hostilidades en Karabaj y reanudar negociaciones sin condiciones previas.
Horas antes Armenia se declaró dispuesta a colaborar con el Grupo de Minsk de la OSCE para lograr un alto el fuego en ese territorio.
El 27 de septiembre volvieron a estallar los choques armados en Nagorno Karabaj, foco de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán desde que este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades a principios de los 1990.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no participa en las negociaciones.