"Cuando destruimos un corredor terrorista que intentaban construir a lo largo de nuestras fronteras, demostramos que nuestros hermanos sirios no están solos. Las zonas terroristas que todavía existen en Siria deben limpiarse como se nos prometió o lo haremos nosotros mismos", dijo Erdogan en una videoconferencia celebrada con motivo de la apertura de un embalse en la provincia turca de Hatay.
El líder turco calificó de "inaceptable" cualquier acción que "conduzca a una nueva catástrofe humanitaria en Idlib sirio".
En octubre de 2019, Turquía lanzó la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
El pasado 22 de octubre, los presidentes de Turquía y Rusia acordaron el despliegue de policías militares rusos y soldados sirios en el norte de Siria, pero fuera del área en la que operan las tropas turcas.
Además se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarían el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros para después comenzar el patrullaje ruso-turco a diez kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
A finales de octubre pasado se dio por concluida la retirada de las formaciones kurdas, tras lo cual se procedió al patrullaje conjunto ruso-turco en la zona.
