Así lo consideró en declaraciones a Sputnik Leonardo González, profesor de derecho constitucional de Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAM-Managua).
"De 2007 para acá es otro estado, con la entrada en un nuevo consenso constitucional, político y socioeconómico, el cual propició el crecimiento como estado-nación reconocido internacionalmente por múltiples criterios de políticas públicas", analizó el catedrático.
En esos momentos Nicaragua recién había salido de un período de 17 años de gobiernos neoliberales (1990-2007), entre cuyas falencias figuraba la poquísima inversión del estado en el sistema de justicia.
En el caso del proyecto de Ley Especial de Ciberdelito constituye una propuesta del Estado para perseguir tal conducta antijurídica tras tipificarla en una norma, porque el código de 2007 no estableció ese tipo de contravención.
Pérdidas millonarias
El académico de la principal casa de altos estudios de Nicaragua apuntó a las pérdidas millonarias que sufre cada año el sistema bancario nacional, tanto estatal como privado, como una buena razón para legislar sobre los ciberdelitos.
La banca nicaragüense debe invertir millones de dólares al año para protegerse de los ilícitos en el ciberespacio.
Un ejemplo de ello pueden ser los 5.000.000 de dólares que cuesta una consola para garantizar la ingeniería social a cualquier banco, sumado al costo en salario de los expertos encargados de vigilar diariamente los datos de esas instituciones.
La nueva ley va a poder perseguir esas acciones delictivas porque ya estarán tipificadas como antijurídicas, reiteró el profesor González.
A la fecha, la jurisprudencia en Nicaragua no registra un solo caso de acusación contra una persona por haber robado datos al sistema bancario, uno de los más fuertes de Centroamérica a juicio del docente universitario.
Con la incorporación de nuevos tipos penales que regulen esa conducta el sistema bancario nicaragüense va a tener una mayor seguridad, concluyó.
Manipulación
Nicaragua con una población económicamente activa de algo más de 4.000.000 de personas, cuenta en la actualidad con unos 7.000.000 de dispositivos de telefonía celular, como muestra del alto grado de conectividad que ya había alcanzado el país en el momento del intento golpista de hace dos años.
"A partir de entonces se ha marcado una agenda de mentiras, manipulación en odio en las redes sociales propiciada por la tecnología, desde donde lamentablemente le llevan el mensaje a uno de e los segmentos más vulnerables de la sociedad, los adolescentes y los jóvenes", expuso González como otro de los argumentos que justifican la necesidad de la Ley de Cibedelitos.
"A la acción desestabilizadora de las redes se suman los medios tradicionales, entre ellos dos radios en AM (amplitud modulada) que destilan mentiras, odio y manipulación durante 22 horas al día hacen ese trabajo", agregó.
En esas circunstancias surgió una categoría sociológica que no se limitaba a negar al otro, sino eliminar de manera violenta una condición subjetiva de un nicaragüense, su ideología, credo religioso, opción sexual, edad o ideología política.
Estamos en presencia de una agenda nueva que no se realiza desde un órgano propiamente militar, como fue la experiencia de Nicaragua bajo la dictadura de Anastasio Somoza Debayle (años 60 y 70), en un contexto de las dictaduras militares en Latinoamérica, el Plan Cóndor y las acciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos.
En aquellas circunstancias desde el poder de las armas era más fácil eliminar a quien considerabas una amenaza, pero ahora son sujetos civiles, profesionales con cierta cantidad de dinero que están vertiendo discursos capaces de modificar el comportamiento de otros sujetos, explicó.