Los integrantes del Grupo de Minsk (Rusia, Francia y EEUU), creado en 1992 en el marco de la Guerra de los Seis Años (1988-1994) entre los mismos protagonistas, reclamaron a las partes abrir canales diplomáticos para bajar la tensión y pidieron que terceros países no se involucren.
"En abril de 2016 hubo una guerra que se llamó de los cuatro días, sin mayores consecuencias. En agosto pasado hubo un roce, ataques de un lado al otro, nunca sabremos quién fue", dijo a Sputnik el analista internacional argentino Guadi Calvo.
"Como ocurre en Cachemira entre India y China, Karabaj es una zona muy caliente, con dos pueblos en los que el odio fue muy bien trabajado", dijo en alusión a los nacionalismos que despierta esta disputa en la población y que motiva a los jóvenes a enrolarse en sus ejércitos.
Calvo opinó que en el actual contexto es muy difícil proyectar hasta qué punto escalarán las tensiones, aunque las señales a uno y otro lado de la frontera no son alentadoras.
"Las condiciones para un alto al fuego son exigencias de claudicación para la otra parte. Azerbaiyán pide que Armenia se retire de ahí y Armenia que Azerbaiyán deje de pretender ese territorio. Es el contexto ideal para no llegar a ningún acuerdo", consideró.
Jugadores en el tablero
El experto recomendó poner "mucha atención en los jugadores externos". Ilustró en este sentido que Irán tiene frontera con los dos países mientras Turquía la tiene con Armenia, pero "en respuesta al mando ancestral del imperio otomano, ve en Azerbaiyán a una comunidad hermana: una nación, dos estados".
"Azerbaiyán es un gran productor de petróleo y gas. Turquía ha invertido muchísimo dinero en oleoductos y gasoductos que van hacia el Mediterráneo, y es el vendedor internacional de ese producto que va prácticamente a Europa en su totalidad", precisó.
Estos ductos pasan muy cerca del punto en disputa, que "geográficamente se puede decir que pertenece a Azerbaiyán, pero que étnicamente es de mayoría armenia".
Irán, más allá de ser una nación islámica "tiene mejor relación con la Armenia cristiana que con la Azerbaiyan musulmana. Turquía, como lo dijo su presidente, Recep Tayyip Erdogan, está de pie junto a Azerbaiyán", opinó el experto.
Jugador externo
"EEUU está muy callado la boca. Debe estar frotándose las manos para que le estalle una guerra de envergadura en las puertas de Rusia e Irán, qué más puede pedir", reflexionó el analista.
El analista internacional comparó esta actitud con lo sucedido tras las escaramuzas de 2016, cuando durante la administración de Barack Obama, su secretario de Estado [John Kerry] "incluso habló personalmente con los dos mandatarios y puso paños fríos, colaborando mucho con Rusia para serenar los ánimos".