"Argentina no está poniendo las ganas porque la postura del Gobierno es la de revisar el acuerdo. Por su parte, Uruguay y Paraguay no se están pronunciando al respecto", dijo a Sputnik Barceló.
El 7 de octubre, el pleno del Parlamento Europeo aprobó que el acuerdo negociado por los dos bloques "no puede ser ratificado en su estado actual", debido a las dudas que existen sobre el respeto, por parte de los países del Cono Sur, de los compromisos y salvaguardas medioambientales que recoge el pacto.
"En Uruguay ese no pronunciarse tiene que ver con que existen sectores que le favorecen muchísimo el acuerdo, sobre todo el sector lácteo, de carne y de soja. Pero también existe una relación interbloque con Brasil, por eso, al igual que Paraguay, no puede salir a criticar. En cambio, para Argentina es una forma de ganar tiempo", dijo la especialista.
El vicepresidente brasileño, Antonio Hamilton Mourao, pidió el 7 de octubre "calma" después del pronunciamiento europeo.
"Todo forma parte del trabajo diplomático que debe hacerse, así que vamos con calma", manifestó Mourão, quien recordó que el acuerdo llevó casi 20 años de negociaciones y resaltó que hay "muchos intereses" en juego.
En su opinión, posicionamientos como los del Parlamento Europeo prosperan porque el lobby de los agricultores y los partidos verdes de allí son fuertes.
Bolsonaro como chivo expiatorio
La especialista aseguró que la decisión de la UE puede frenar el acuerdo con el Mercosur, y señaló que esa posición ya venía siendo diseñada desde hace un tiempo, cuando la deforestación y la política ambiental de Jair Bolsonaro comenzaron a "amenazar" el comercio internacional de Brasil.
En agosto de 2019, Alemania y Noruega congelaron sus aportaciones al Fondo Amazonía, una herramienta del Gobierno brasileño que recoge ayudas de estados extranjeros para preservar la selva amazónica.
Barceló resaltó que el argumento de la política ambiental de Bolsonaro también es utilizado por algunos sectores agroexportadores de Francia que buscan a toda costa que el acuerdo con el Mercosur no se apruebe.
"Sectores vinculados al agro en Francia vienen presionando. El acuerdo significa la eliminación de algunas tarifas, esto a las empresas brasileñas les beneficia muchísimo. En realidad, están utilizando la política ambiental de Brasil para frenar el acuerdo", reflexionó.
El 23 de septiembre el Gobierno brasileño dijo que un informe encargado por el Ejecutivo francés, que recomienda no implementar el acuerdo comercial, no se basa en argumentos científicos.
Según el Ejecutivo de Brasil, el país ya demostró que es capaz de aumentar su producción de carne, soja y maíz al mismo tiempo que disminuye la deforestación.
¿Posible cambio de Brasil?
Por otro lado, Barceló consideró que Brasil podría cambiar su postura con respecto a la política medioambiental ante la presión de los sectores agroexportadores del país.
El acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur (bloque formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) fue alcanzado en junio del año pasado tras casi dos décadas de negociaciones, pero para que entre en vigor tiene que ser ratificado por todos los países europeos, lo que parece cada vez más improbable.