"El expresidente Almazbek Atambáev fue atacado", escribió Zholdubáeva en su cuenta de Facebook al agregar que el político salió ileso.
A su vez Atambáev dijo en un videomensaje publicado por su asesora que sabía de antemano del atentado e indicó que los agentes de seguridad podrían estar involucrados en lo ocurrido.
El 5 de octubre, miles de seguidores de los partidos opositores, que no superaron el umbral electoral del 7%, se echaron a la calle en Biskek para denunciar numerosas irregularidades en la votación y exigir la repetición de los comicios.
Las protestas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Según el Ministerio de Salud kirguís, al menos una persona murió y más de 1.000 sufrieron lesiones en los disturbios.
En la noche del 5 de octubre, los manifestantes ocuparon varias oficinas públicas, incluidas las sedes del Parlamento, el Gobierno y el ayuntamiento de Biskek. También lograron que el Comité de Seguridad Nacional excarcelara a varios políticos presos, entre ellos el expresidente Atambáev, el ex primer ministro Sapar Isákov (2017-2018) y el exdiputado Sadir Zhapárov.
El presidente Zheenbékov denunció un intento de toma violenta del poder e instó a poner fin a los disturbios, pero pidió a la autoridad electoral investigar las denuncias de irregularidades, lo que derivó en la invalidación de los resultados oficiales.
Varios opositores no aceptaron esa candidatura y crearon su propio consejo de coordinación. Además exigieron la dimisión del presidente de Kirguistán y la disolución del Parlamento.
Este 9 de octubre Biskek volvió a ser escenario de enfrentamientos. En la plaza central Ala-Too tuvieron lugar choques entre partidarios del expresidente Atambáev y ex primer ministro Omurbek Babanov (2011-2012) y partidarios del nuevo primer ministro Zhapárov. En los enfrentamientos se usaron palos y botellas, parece que se oyeron disparos.