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Un viaje por la joya histórica del norte de Granada incluida en la Red de Geoparques de la UNESCO
El reconocimiento es un remedio contra la falta de actividad de la 'España vacía'


Por Gonzalo Wancha

© msightsvisuals
La UNESCO integra a las comarcas granadinas de Guadix, Baza y Huéscar en la Red Mundial de Geoparques.
© Ayuntamiento de Gorafe
El sello implica el reconocimiento al valor geológico y patrimonial excepcional de la zona, que es una invitación a viajar a épocas prehistóricas, ofreciendo la mayor exposición de fósiles y vestigios del Cuaternario y la Edad de Bronce. La región cuenta con este impulso para propiciar el impulso turístico de una comarca aislada.
Muchas pequeñas voluntades, empujando en la misma dirección, suelen conseguir algo grande. Eso ejemplifican 47 municipios de la mitad norte de la provincia de Granada. Las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar marcaron una estrategia común para fomentar su desarrollo socioeconómico.

© Ayuntamiento de Gorafe
© Ayuntamiento de Gorafe
Esa estrategia se basaba en poner en valor su singularidad. ¿Qué peculiaridades tenían para desarrollar?, pues esas características no eran otras que el aislamiento, la orografía indomable, la falta de infraestructuras esenciales, atraso y subdesarrollo industrial y sobre todo, una pérdida de población y oportunidades constante.

¡Vaya mimbres, dirán!, dicho esto, les recuerdo que hablamos de la tierra de la mala follá, por algo será… pero como digo, la unión hace la fuerza.
Montes arcillosos de Gorafe
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Dólmenes de Gorafe
© Ayuntamiento de Gorafe
Montes arcillosos de Gorafe
© Ayuntamiento de Gorafe
"Nunca antes había pasado que tantos pueblos diferentes se unieran en la región con un objetivo común, creo que es la primera vez en la historia desde la época del reino Nazarí, pero el paraguas de la UNESCO nos unió a todos", cuenta a Sputnik uno de los artífices del milagro granadino.
Antonio Román, codirector del Geoparque de Granada
Este espacio ha sido recientemente incluido en la constelación de joyas geológicas, la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO. Eso viene a gritar a los cuatro vientos un secreto que solo unos pocos lugareños conocían, que esta zona del planeta es una experiencia única por su enorme riqueza histórica y medioambiental.

© Ayuntamiento de Gorafe
Antonio Román, codirector del Geoparque de Granada, reclama la singularidad y valor de este territorio desde 1996, "desde entonces vimos nuestro potencial, vimos que la figura de Geoparque Mundial de la Unesco podíamos poner bajo un mismo paraguas todos los aspectos positivos que teníamos y obviar lo malo". Este reconocimiento de la Unesco es un espaldarazo para una de esas regiones interiores que llamamos la 'España Vacía'.


Remedio contra la 'España Vacía'





© Ayuntamiento de Gorafe
Los Geoparques deben contar al menos con un Lugar de Interés Geológico (LIG), en el Geoparque hay catalogados más de una decena de ellos de interés internacional y, obviamente, los dólmenes son parte de ellos.
El desarrollo agrícola o minero pasó por la región hace décadas ya, las bazas económicas y productivas eran disgregadas e infradotadas. Ahora, el sello de la Unesco, viene a colocar al Geoparque en las grandes ligas del ecoturismo y los viajes experienciales, dos tendencias emergentes en la industria turística global.

"Éramos una zona deprimida, esto ha posibilitado que mucho de nuestro patrimonio geológico y humano esté en buen estado, poco alterado y antropizado. Pero básicamente, llevamos desde los años 60 perdiendo población, solo en los últimos años hemos perdido alrededor de un 15%", concreta Román.

Ponemos la lupa en uno de los 47 municipios integrados en los 4.722 m2 del Geoparque, Gorafe. "No es que perdamos población, solo contamos con 384 vecinos, es que si seguimos así, el horizonte pinta negro. Más de un tercio de la localidad supera los 60 años", confiesa Miguel Pérez Navarro, alcalde del municipio. Gorafe es un ejemplo significativo de la región: su falta de capital humano lo compensa con un valor patrimonial único.

"Tenemos muchos aspectos a explotar, desde productos como nuestro queso, nuestros melocotones, hasta nuestro patrimonio megalítico". Los dólmenes de Gorafe, de unos 5.000 años de antigüedad, representan la mayor concentración de estas construcciones megalíticas de España y una de las más importantes de Europa.

"Aquí no venía nadie, estamos muy aislados, ahora ya hay indicios de mayor actividad y esperamos que en un plazo de 5 años, podamos presumir de un sector turístico que se apoya en el desarrollo local y sostenible. Al fin y al cabo, de eso va este sello".
— Miguel Pérez Navarro, alcalde de Gorafe


Un tesoro ancestral
El principal factor diferencial de este lugar es que, visitarlo, implica viajar en el tiempo. Entrar un carrusel de milenios que nos catapulta a la edad de bronce, a la par que apreciamos vestigios neolíticos.




© Ayuntamiento de Gorafe
Todo ello, en un insospechado escenario. "Nuestro primer valor es el paisaje, que ofrece una mezcla increíble. Tenemos las zonas semidesérticas, somos el desierto más importante de Europa, casi el único", explica Román.
La composición paisajística cuenta con laderas carcáreas y estas conviven con paisaje alpino de las estribaciones del Parque Natural de Sierra Nevada. Las badlands son el resultado de la erosión de un lago prehistórico hace 500.000 años. Ese vaciado dejó a la intemperie fósiles y vestigios acumulados durante milenios, pero también pliegues y fallas visibles que, como un gigantesco sismograma, exponen la evolución geológica de los últimos 250 millones de años.


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Este espacio está catalogado como uno de los lugares con menor índice de alteración antropogénica en el continente europeo, "es la mejor oportunidad que existe para apreciar, vivir y estudiar el cuaternario", afirma Román, que presume de contar con los más significativos hallazgos de sedimentos y fósiles de los últimos cinco millones de años de nuestro planeta.
Miguel Pérez Navarro, alcalde de Gorafe








© Cuevas de Almagruz
Viajar al pasado
Pero sin duda, otro de los patrimonios de la zona es su modo de vivir. Las casas cueva son viviendas esculpidas en los montes arcillosos que, aunque durante décadas fueron denostadas por incómodas e insalubres, con el tiempo se han reposicionado como hogares inmejorables.









© Cuevas de Amagruz
© Cuevas de Almagruz
Hay más de 20.000 personas en la región viviendo hoy por hoy en cuevas, unas viviendas que existen en la comarca desde hace 500 años, "teniendo en cuenta el clima de extremos Mediterráneo que tenemos, tener una isotermia en la cueva es perfecto. Siempre hace 20 grados en el interior, independientemente de la temperatura exterior", explica Dulce Jiménez, de Cuevas de Almagruz.

Además de la singular vivienda, "ofertamos turismo rural y cultural. Tenemos talleres sobre la materia prima del entorno, como esparto o barro. Y también hemos creado varios recorridos históricos que van desde yacimientos argáricos, a cuevas trogloditas, Edad Media y la actualidad". Como empresaria turística, Dulce destaca el espaldarazo que implica el sello de la UNESCO que, de momento, ya ha propiciado una mayor repercusión y difusión, incluso en este año de pandemia.
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Fotos: Ayuntamiento de Gorafe/msightvisuals
Texto: Gonzalo Wancha
Diseño: Mónica Rodríguez
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