Morty es más disciplinado que muchos humanos. Su dueño lo sabe y ha decidido mostrárselo al mundo poniendo una cámara dentro de una habitación en la que deja solo a su peludo amigo. Lo que pasa a continuación es algo que probablemente no hayas visto nunca.
El juguetón perro cierra la puerta con sus patas delanteras y, a continuación, apaga la luz de la estancia con un pequeño salto y sin ningún esfuerzo. Después, como si de un ritual se tratara, se encarama a la cama y se enrosca en la manta. ¡Buenas noches!