"Hay que elogiar también la contribución de Rusia a la colaboración para resolver el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán", expresó Grlic Radman en una reunión de los jefes de la diplomacia de los países miembros de la Unión Europea.
El 9 de octubre, los ministros de Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, tras más de diez horas de negociaciones sostenidas en Moscú con la mediación de su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, acordaron cesar el fuego a partir del mediodía del 10 de octubre, llevar a cabo un canje de prisioneros y cuerpos de fallecidos, así como coordinar los detalles concretos del armisticio.
Los líderes de Rusia, Estados Unidos y Francia instaron a las partes en conflicto a cesar las hostilidades y comprometerse a entablar negociaciones sin condiciones previas.
El 27 de septiembre volvieron a estallar los choques armados en Nagorno Karabaj, foco de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Ambos bandos, que se acusan de haber desatado esta espiral bélica sin precedentes desde la guerra de 1992-1994, ordenaron la movilización de reservistas, impusieron la ley marcial y se enfrascaron en combates con el uso de blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea que separa a sus tropas.
Las hostilidades ya provocaron centenares de bajas militares y decenas de víctimas civiles.