"La demanda mundial de energía volverá al nivel previo a la crisis a principios de 2023 en el Escenario de políticas declaradas (STEPS), pero la recuperación se retrasaría hasta 2025 en el caso de una pandemia duradera y una caída más profunda en el Escenario de recuperación prolongada (DRS)", señala la AIE en su informe World Energy Outlook 2020.
La agencia pronostica ahora que la demanda global de energía crecerá un 9% para 2030, si el mundo logra controlar la pandemia en 2021, o un 4% si la crisis se prolonga. La previsión anterior era de un incremento del 12% para 2030.
Dado que la demanda de energía en las economías avanzadas está disminuyendo, la AIE espera que el crecimiento sea impulsado en gran medida por las economías emergentes como la India y China.
En lo que respecta a la matriz energética, el petróleo mantendrá su posición de liderazgo con un 28% para 2040 a pesar de que pierde 3 puntos porcentuales en comparación con 2019. El carbón es el que más sufre, cayendo de una participación del 26% al 19% para 2040 ya que muchos países lo están eliminando para reducir la huella de carbono. Debido a esta tendencia, la bioenergía y otras energías renovables crecerán significativamente, según la agencia.