En un comunicado remitido al citado diario, el Ejército confirmó que fue "la primera vez que se dio este tipo de operación", en que los militares decidieron crear un campo de guerra en que un supuesto país "Rojo" invadía un país "Azul" y había que expulsar a los invasores.
La operación se desarrolló entre los días 8 y 22 de septiembre y contó con la participación de 3.600 militares en las ciudades de Manacapuru, Novo Airao y Moura, en el estado de Amazonas (norte).
El Ministerio de Defensa destacó que las acciones forman parte de la preparación de las Fuerzas Armadas y se enmarcan en un contexto de "defensa de la soberanía nacional, principalmente en una región que es prioritaria para Brasil".
El costo de la llamada "Operación Amazonía" fue de seis millones de reales (más de un millón de dólares), aunque esta cifra sólo incluye combustible, horas de vuelo y transporte.
Durante los días de entrenamiento militar hubo lanzamientos de misiles con alcance de 80 kilómetros, que fueron supervisados sobre el terreno por el ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, y por el comandante del Ejército, Edson Leal Pujol, el 14 de septiembre.
Tres días después de esa visita del ministro de Defensa y el comandante del Ejército, el secretario de Estado (canciller) de EEUU, Mike Pompeo, visitó el estado de Roraima (norte), en la frontera con Venezuela, junto al ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo.
Los entrenamientos militares no tuvieron lugar en el estado visitado por Pompeo (Roraima), pero sí contaron con la participación de militares que actúan directamente en regiones de la frontera.
Fueron movilizados militares que normalmente están destinados en Sao Gabriel da Cachoeira (ciudad cerca de la frontera con Venezuela y Colombia) y los de la brigada de Boa Vista (la capital de Roraima), principal puerta de entrada de los inmigrantes venezolanos a Brasil.