Aunque en medio de este panorama ha habido numerosos escándalos por malversación de fondos en este país sudamericano, el peso mayor, coinciden los expertos consultados por Sputnik, lo han tenido las sanciones de EEUU y sus aliados.
Desde marzo de 2020, el mundo cambió con la declaración del nuevo coronavirus como una pandemia, y las perspectivas de recesión aumentaron.
Ante el aviso de una crisis global, se llevan la peor parte las naciones que ya están afrontando situaciones complejas, como es el caso de Venezuela.
Sin dinero
Mientras los venezolanos padecen por las continuas fallas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que requiere una inversión de unos 600 millones de dólares para afrontar lo más urgente, el Estado venezolano tiene bloqueados alrededor de 7.000 millones de dólares en cuentas en el extranjero.
"Esos 7.000 millones de dólares significarían un gran alivio para resolver una serie de problemas, por ejemplo con 600 millones de dólares haría una inversión en el Sistema Eléctrico Nacional, que resolvería prácticamente el problema de las carencias y deficiencias", dijo a Sputnik el economista y asesor del Gobierno venezolano, Tony Boza.
Población sancionada
De igual forma, estas medidas han acarreado una desinversión en diferentes áreas como vialidad, hospitales, prestación del servicio de agua, gas, transporte público, entre otros.
"El Gobierno de EEUU, dijo que las sanciones no afectarían a los venezolanos, pero la verdad es que, desde que comenzaron a sancionar al país todo empeoró, se desmoronó", agregó Roselyn Fuentes, residente del este de Caracas.
Las sanciones comenzaron en el año 2015, pero a partir de 2017, la Casa Blanca emitió el primero de numerosos decretos contra la industria estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Posterior a ello, Washington ha emitido una sanción tras otra, contra todo el aparato productivo venezolano, alegando diferentes causas.
Ambos expertos señalaron que el dinero que tiene Venezuela bloqueado en cuentas en el exterior, es cercano a los 7.000 millones de dólares, sin tener en cuenta las confiscaciones de activos, y la caída de la comercialización de productos petroleros, que están por el orden de los 130 millones de dólares.