El secreto del tamaño de la consola se esconde en el enorme ventilador que ocupa casi la mitad del espacio interior, explicó Ootori en una entrevista para el medio japonés Nikkei Xtech.
Detrás de las tapas laterales de la consola se encuentra un ventilador de 45 mm de grosor y 120 mm de diámetro que "asegura que el aire fluya desde ambos lados de la consola hacia su interior, para refrigerar ambos lados de su placa principal". Debido a este ventilador, la consola es tan gruesa.
El calor generado por el procesador principal se transfiere a un gran radiador de metal líquido, mientras que el ventilador de refrigeración sopla aire para enfriar el radiador, explicó Ootori que es en gran parte responsable por el diseño.
El uso del metal líquido como interfaz térmica se justifica por la alta densidad térmica del procesador híbrido de la consola. Para su enfriamiento eficiente había que aumentar la velocidad del ventilador, o aumentar el tamaño del sistema de enfriamiento, o, como se hizo, elegir una interfaz térmica más productiva.
Según el ingeniero, incluso el lado de la placa base que no cuenta con el procesador instalado debe manternse refrigerado para que no se caliente y afecte al otro lado de la placa.
Sin esta interfaz térmica de metal líquido, la carcasa habría sido aún más grande y más cara, y el ruido del ventilador de refrigeración habría sido más fuerte, asegura. El sonido del ventilador de refrigeración durante el juego varía según la situación, pero "la PS5 es generalmente más silenciosa que la PS4", aseguró Ootori.
Ootori recientemente protagonizó un vídeo en el que muestra el desmontaje oficial de la nueva consola.