"Hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo, pero siempre volvimos a levantarnos porque rendirse no era una opción", dijo José Eugenio Guerrero, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, encargado de recibir el premio en nombre de todo el colectivo, representado en el acto por más de una decena de médicos, enfermeras y celadores.
El intensivista ejerció de portavoz del colectivo dedicando palabras de recuerdo a todos los sanitarios fallecidos en la pandemia e hizo un alegato en defensa de la necesidad de tener "un buen sistema sanitario" como garante de "estabilidad y paz social".
La ceremonia de entrega se celebró en un entorno marcado por las restricciones contra el coronavirus.
De hecho, el acto no se celebró en el Teatro Campoamor de Oviedo, como es habitual, sino que tuvo lugar en un hotel de la ciudad, ante un aforo muy reducido, sin público, con la única presencia de premiados y autoridades.
Homenaje a Morricone
Además del homenaje a los sanitarios, la ceremonia tuvo como nota destacada el recuerdo al compositor de bandas sonoras Ennio Morricone, que falleció en junio pocos días después de ser galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes junto a John Williams.
El galardón fue recogido de forma presencial por Andrea Morricone, hijo del compositor, que además dirigió a un cuarteto de cuerda para interpretar la pieza Deborah"s Theme, compuesta por su padre para la película Érase una vez en América.
Ceremonia telemática
Muchos de los premiados no pudieron desplazarse para recibir el galardón en persona, por lo que se vieron obligados a pronunciar sus discursos de aceptación por videoconferencia.
Así lo hicieron los representantes de la Feria del Libro de Guadalajara (premio de Comunicación y Humanidades), de la alianza para la vacunación GAVI (premio a la Cooperación Internacional), la escritora Anne Carson (premio de las Letras) o el sociólogo Dani Rodrik (premio en Ciencias Sociales).
Junto al de los sanitarios, el único premio que fue entregado de forma completamente presencial fue el de Carlos Sainz, receptor del Premio Princesa de Asturias de los Deportes por su exitosa carrera como piloto de rally, con un palmarés que sigue creciendo a sus 58 años de edad.
Una vez entregados los premios tomaron la palabra la princesa de Asuturias, Leonor de Borbón, y su padre, el rey Felipe VI, que ofrecieron palabras de elogio para los galardonados y lanzaron un mensaje de unidad en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
