La comunidad boliviana más grande fuera de su país salió a votar con participación récord

Buenos Aires, capital de Argentina, ubicada a 2.500 kilómetros de distancia de La Paz, capital de Bolivia, se transformó, con espíritu democrático, en una ciudad plurinacional más, donde la comunidad radicada en el país vecino participó con cifras récord de unas elecciones históricas.

Bajo un clima de calor inesperado, con alrededor de 30 grados a pleno sol, los casi 143.000 ciudadanos bolivianos empadronados en Argentina acudieron a votar en cifras récord y las colas en muchas escuelas habilitadas fueron extensas. El 75% de la diáspora se concentra en la capital y su área urbanizada, pero también hubo establecimientos alistados en otras 15 provincias.

"Deseo que gane el que pueda gobernar mejor, por el bien de mi país y de todos. Estoy informada que allá la situación no está nada bien. Queremos democracia pero real, no que digan que hay una democracia y estén a la fuerza", dijo a Sputnik Meri, recién salida después de ejercer su voto, en una escuela del barrio porteño de Flores.

Para ejercer su derecho, los votantes debieron asegurarse de tramitar el permiso de circulación en el marco de las medidas de aislamiento por COVID-19 a través de la app estatal CUID.AR y descargar otra aplicación móvil para verificar la escuela a la que debían acercarse, que en muchos casos no era la misma que en las elecciones fallidas de octubre de 2019, lo que generó algunas confusiones y traslados improvisados.

​"Hace un año que Bolivia está en esta situación, había mucho miedo. Estuve repitiendo mucho a todos mis conocidos que votemos hoy con conciencia, tenemos que salir adelante como país y dejar de lado enfrentamientos", dijo a Sputnik Luz Gabriela, quien vive en Argentina hace un año, antes de ingresar a votar en una escuela del barrio porteño de Abasto.

Según el último censo oficial de 2010, 345.000 bolivianos vivían en la Argentina, por lo que se estima que esa cifra hoy debe estar cercana a los 400.000. Son 20% del total de residentes extranjeros, solo por debajo de los radicados provenientes del también país vecino de Paraguay. Aquellos registrados para votar representan 2,2% del padrón electoral de Bolivia, lo que podría mover la aguja y definir incluso si habrá o no segunda vuelta.

Alta tensión

Bolivia se juega el futuro en una contienda de alta tensión, casi un año después del golpe de Estado que expulsó del Gobierno y del país al expresidente Evo Morales, quien se encuentra en calidad de asilado en Argentina e impedido de participar como candidato.

Su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), lleva como candidato al exministro de Economía, Luis Arce, favorito en las encuestas, mientras que los candidatos conservadores son el expresidente Carlos Mesa y el dirigente de ultraderecha Luis Camacho.

La comunidad boliviana en Argentina demostró un apoyo contundente con 80% de los votos a favor de Morales en las frustradas elecciones del 20 de octubre de 2019, que fueron denunciadas por la oposición y veedores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Aquel diagnóstico provocó que el entonces presidente llamara primero a repetir los comicios, que nunca llegaron a realizarse debido a que se produjo el levantamiento de las fuerzas de seguridad bolivianas, impulso reaccionario que propició la renuncia de Morales en miras de garantizar la paz. Hubo revueltas y represión por parte del gobierno de facto, que causaron decenas de muertes y centenares de heridos.

"Fue difícil lo que vivimos después del anterior voto, fue un desastre: mucha sangre, muchas familias perdieron seres queridos. El perdedor va a tener que respetar al ganador, ojalá que todo sea lo más claro y sincero", dijo a Sputnik Leónidas, residente en Argentina hace más de 20 años, después de ejercer su derecho en una escuela del barrio porteño de Once.