En la primera grabación se puede ver cómo el can se desliza sobre su tabla por una estrecha serpentina de conos colocados a unos 50 centímetros uno frente al otro.
Rush logra llegar hasta el final del sendero sin volcar ni un objeto. Para conseguirlo, tenía que hacer unas curvas, apretando con sus patas la patineta de manera que esta se levante sobre sus tres ruedas.
De hecho, este no es el único truco que puede hacer. También es capaz de conducir su medio de transporte a ciegas. En otra grabación se puede ver cómo conduce con los ojos vendados sin perder el equilibrio.
"Es un perro al que le aterrorizaban las tablas de patinaje y que en solo un mes consigue no sólo superar sus miedos sino también desarrollar una increíble maestría", escribe el canal Viral Hog en la descripción del vídeo.