Para evitar contagios de COVID-19, "tan solo se permitirá a los peregrinos pasar frente a la imagen evitando en todo momento la permanencia en el recinto o sus inmediaciones", dice una misiva del organismo católico, difundida por el rector de la Basílica, monseñor Salvador Martínez.
La Basílica de Guadalupe, es el mayor centro de peregrinación de los católicos en el mundo, levantada en el lugar donde la virgen le transmitió a un humilde indígena, de nombre Juan Diego, un mensaje a sus comunidades, en una aparición registrada en 1537, según la tradición.
Los jerarcas católicos alentarán la celebración de la aparición de la virgen en las propias comunidades de origen, sea a nivel parroquial, de barrio o de familia.
Las festividades deben cumplirse "observando lo que las autoridades locales y sanitarias determinen en cada región para prevenir contagios", añade el texto.
La Basílica de Guadalupe comenzó a difundir en su portal de internet, materiales como oraciones, ritos, catequesis y dinámicas virtuales.
Otra parte del pan consiste en reprogramar la visita de los fieles en un lapso prolongado, de noviembre a enero, con el fin de impedir aglomeraciones que faciliten el contagio del nuevo patógeno.
La Basílica de Guadalupe recibe a los largo del año unos 10.000 fieles por día, pero en esta contingencia sanitaria la redujo a 500 fieles diarios, con el control de autoridades capitalinas.
Cada año la cantidad de peregrinos crecen y en 2019 alcanzaron un récord de 10,6 millones de guadalupanos, para confirmarse como la concentración católica más grande del mundo.