"El bloqueo es una expresión de la incapacidad histórica del Gobierno de EEUU de reconocer que Cuba es una nación independiente (…) y es una transgresión flagrante del derecho internacional y las normas y principios en que se sustenta", subrayó el titular cubano de Exteriores, al presentar el documento en conferencia de prensa, que será debatido en mayo de 2021 ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Precisó además que su aplicación en tiempo de pandemia de COVID-19 "es verdaderamente inédita" al aplicar medidas adicionales no convencionales contra los suministros de combustibles, que incluye la persecución de barcos y sanciones a proveedores extranjeros.
"Son tiempos de marcathismo, de un nuevo marcathismo enfebrecido en tiempos que se hace la política sucia en EEUU", afirmó.
Rodríguez Parrilla enfatizó que esta medida coercitiva aplicada por la Casa Blanca contra Cuba por casi seis décadas es "inmoral e ilegítima", atenta contra el desarrollo económico de la isla, dificulta los viajes y la reunificación familiar, restringe los derechos del pueblo de EEUU a viajar y tener información, afecta los negocios de sus compañías, y daña el interés nacional de EEUU que sufre profundo aislamiento y descrédito internacional.
Daños y consecuencias
El canciller Rodríguez precisó que desde abril de 2019 hasta marzo de 2020, el bloqueo de EEUU contra Cuba ha causado pérdidas en el orden de los 5.570 millones de dólares, lo que representa un incremento de alrededor de 1.226 millones con respecto al período anterior.
Las afectaciones calculadas —aclaró— no contemplan las acciones del Gobierno de los EEUU en el contexto de la pandemia del COVID-19, debido a que exceden el cierre del período analizado.
Por otra parte, detalló los daños acumulados durante casi seis décadas, que ascienden a 144.413 millones de dólares, y tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, los daños ascienden 1.98 billones de dólares.
Rodríguez Parrilla aclaró que hay perjuicios humanos y materiales que no pueden contabilizarse, pues las cifras dadas no contemplan todos los daños provocados en tiempos de la pandemia del COVID-19.
También denunció que el bloqueo contra Cuba incluye la negativa de acceso a la isla de equipos médicos, insumos y tecnologías de terceros países con 10% de componentes de EEUU
"Las dificultades siguen siendo descomunales para obtener nuevas tecnologías equipamientos indispensables, insumos y materias primas indispensables para producir medicamentos para enfrentar la pandemia", enfatizó el canciller cubano.
Alertó, además, que en el último año se ha producido un cambio cualitativo en la aplicación del bloqueo, a través del efecto intimidatorio de la ley estadounidense Helms Burton, que persiste en amenazar a empresarios y compañías de terceros países para que no inviertan en Cuba.
Enumeró las nuevas acciones agresivas de Washington contra La Habana, entre ellas las campañas calumniosas contra la colaboración médica cubana internacional, la negativa a renovar licencias a compañías estadounidenses establecidas en Cuba, la reducción unilateral de la transportación aérea entre ambos países, y el ataque a las remesas de las familias.
Incluyó también la eliminación o reducción al mínimo extremo de los contactos y comunicación entre cubanos que viven en EEUU y sus familias en Cuba, la inclusión de la isla en listas difamatorias, y la singularización de cientos de entidades cubanas.
"Es difícil medir el impacto del bloqueo en la vida cotidiana del cubano, en la familia y en la vida de la sociedad", sentenció el canciller Rodríguez Parrilla.
Según el alto funcionario cubano, el bloqueo de EEUU contra Cuba es un impedimento al desarrollo del país, de la satisfacción de las necesidades del pueblo y una humillación flagrante de los derechos humanos, con un impacto dañino en el proceso de desarrollo.