"Al no haberse alcanzado la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara, se entiende rechazada la moción de censura", proclamó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
La moción de censura recibió el voto favorable de los 52 parlamentarios de Vox, siendo rechazada de forma unánime por el resto de fuerzas políticas, con 298 votos en contra y ninguna abstención, muy lejos de la mayoría absoluta necesaria.
Del mismo modo, durante los dos días de debate previos a la votación Abascal se mostró muy crítico con la gestión de la pandemia de coronavirus por parte del Gobierno de Sánchez, al que incluso acusó de ocultar la verdadera cifra de muertos.
Desde un primer momento se sabía que la moción no contaba con los apoyos suficientes para prosperar, por lo que Vox impuso en las dos jornadas de debate un tono bronco, utilizando la tribuna del Congreso como escaparate para exponer su ideario político.
En un estilo inspirado en el presidente estadounidense Donald Trump —al que elogió en distintas ocasiones— el líder de Vox cargó contra el feminismo, el ecologismo o la Unión Europea, al tiempo que proponía más dureza contra los inmigrantes, a quienes acusa de "invadir el país" y convertir los barrios más humildes en "estercoleros multiculturales".
"Ha quedado meridianamente claro que no cuenta con ningún apoyo en la Cámara porque no tienen ningún proyecto, salvo arremeter contra los que no piensan como usted", respondió Pedro Sánchez este 22 de octubre durante la clausura del debate.
Aunque Vox consiguió acaparar el foco mediático durante dos días, el Gobierno de Pedro Sánchez parece salir reforzado del trance, ya que la moción deja una fractura en la oposición.
Uno de los objetivos de Vox, con este movimiento político, era diferenciarse del Partido Popular e intentar situarse como la punta de lanza de la oposición, desplegando un discurso más duro.
"Votaremos no porque decimos no a la ruptura que usted busca, no a la polarización que usted necesita, no a esa España a garrotazos, a esa España en blanco y negro de trincheras, ira y miedo", dijo Casado en alusión directa a Abascal durante el debate.
Desde la aprobación de la Constitución en 1978, en España se presentaron un total de cinco mociones de censura contra el Gobierno, tres de ellas solo desde 2017, lo que refleja el clima de polarización en que se desenvuelve la política española actualmente.
De todas ellas, la única moción de censura que consiguió tumbar al Gobierno fue la que encabezó Pedro Sánchez en 2018 contra el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy.
La moción de censura de Vox fue derrotada con menos apoyo que cualquiera de los intentos fallidos precedentes, algo que demuestra la soledad de la ultraderecha en su empresa, pero que a la vez puede suponer un éxito para la formación, empeñada en presentarse como un llanero solitario en la oposición a Pedro Sánchez.