"América Latina tiene que copiar el modelo del Estado chino. Se tiene que avivar. Si no, seguimos con las venas abiertas, no queda nada acá", dijo el exmandatario.
Mujica consideró que el Estado no tiene que ser un rival del capital nacional, sino que debería ser su "socio".
"Entiendo que nuestra débil burguesía necesita un poco de espalda; tener un socio como el Estado es interesante para enfrentar la competencia que viene de afuera. El Estado tiene que dejarlos gestionar, pero cobrar dividendos. ¿Por qué? Porque si al Estado se le achaca que se burocratiza, hay un margen de razón. Pero el Estado necesita recursos para solucionar las cosas que el mercado no arregla", agregó.
Mujica fue diputado, senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca antes de llegar a la presidencia de Uruguay en las elecciones de 2009, como el segundo mandatario consecutivo de izquierda en acceder al poder.
Admirado a nivel internacional por su vida sencilla en una chacra en las afueras de Montevideo, por sus discursos contra el consumismo excesivo y los avances en materia de aborto, legalización de la marihuana y matrimonio igualitario, Mujica ha sido llamado "el presidente más pobre del mundo".