En lugar de calentarse bajo la luz directa, los objetos pintados con este nuevo material acrílico permanecen más fríos que la temperatura ambiente. Otras pinturas que rechazan el calor de momento solo pueden reflejar entre el 80% y el 90% de la luz solar y no pueden alcanzar temperaturas inferiores a las del ambiente.
Ahora, los científicos están muy interesados en la refrigeración por radiación, que es una tecnología de reflejar el calor de un edificio hacia el espacio, pero es mucho más difícil de lograr que la calefacción radiante. En las condiciones actuales, cuando los edificios se enfrían con aire acondicionado gastando mucha energía y emitiéndola a la atmósfera, lo que daña la ecología, este podría ser el futuro del control climático.
La nueva pintura acrílica fue hecha usando rellenos de carbonato de calcio de alta concentración de partículas y de un amplio rango de tamaños, que pueden dispersar eficientemente todas las longitudes de onda del espectro solar.
Entre las ventajas de la sustancia está su capacidad de cubrir las superficies y secarse sobre estas de una manera muy similar a la de una pintura común y corriente. Es resistente a la abrasión, impermeable y puede soportar la intemperie durante al menos tres semanas, aunque actualmente se están realizando pruebas más largas.
"Nuestra pintura es compatible con el proceso de fabricación de la pintura comercial, y el costo puede ser comparable o incluso inferior", asegura el ingeniero mecánico Xiulin Ruan de la Universidad de Purdue, en Indiana (EEUU).
Los científicos esperan que la invención nos ayude en las lucha contra el calentamiento global.