"La iniciativa rusa de introducir moratorias mutuas sobre el despliegue de misiles terrestres de intermedio y corto alcance en las regiones del mundo ha sido rechazada categóricamente por EEUU y sus aliados de la OTAN. Además, el Pentágono está desarrollando rápidamente sistemas previamente prohibidos por el Tratado y ya ha realizado dos pruebas de tales sistemas", dijo el funcionario.
Agregó que "Washington tiene la intención de implementarlos en Asia-Pacífico y Europa. La implementación de tales planes en el Lejano Oriente representará una amenaza directa para la seguridad nacional y la capacidad de disuasión nuclear de Rusia. Nos veremos obligados a reaccionar".
Antónov dijo que el presidente ruso Vladímir Putin ha propuesto nuevos pasos para estabilizar la situación con misiles de intermedio y corto alcance.
Moscú, añadió, está dispuesto a seguir sin desplegar misiles 9M729 en la Rusia europea, "siempre que los países de la OTAN tomen medidas recíprocas que impidan el despliegue de las armas prohibidas anteriormente por el Tratado INF en Europa".
"Rusia está lista para buscar formas de mantener la estabilidad y prevenir crisis de misiles" en un mundo sin el Tratado INF "como se aplica a la región de Asia-Pacífico", dijo el embajador.
El año pasado, EEUU se retiró unilateralmente del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF) de 1987, que lo comprometió a él y al otro signatario, Rusia, a deshacerse de todos los misiles balísticos y de crucero nucleares y convencionales lanzados desde tierra con un alcance de 500 a 5.500 kilómetros.
En 2019, el presidente Donald Trump retiró unilateralmente a EEUU del acuerdo a pesar de los repetidos llamamientos de Rusia y la comunidad internacional para renegociarlo.
Tratado START
Añadió que es demasiado pronto para decir que EEUU y Rusia están cerca de llegar a un acuerdo para extender el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START).
"En este momento, sería prematuro afirmar que estamos al borde de lograr un acuerdo, o incluso de que está cerca un entendimiento político común", dijo el diplomático.
Antónov añadió que Rusia espera que "todas las diferencias sustanciales" puedan ser salvadas a través del diálogo.
"Llegar a un compromiso es del interés no solo de nuestros dos países, sino también de la seguridad y estabilidad del mundo entero", expresó el embajador.
Asimismo, dijo que gracias a los acuerdos alcanzados entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su par de EEUU, Donald Trump, se ha revitalizado el diálogo estratégico entre ambos países, y varias rondas de conversaciones se han realizado desde el mes de junio, encabezadas por funcionarios y especialistas.
Otro aspecto positivo de estas conversaciones es que Washington cesó en sus demandas a China para que este país se involucrara de forma inmediata en el proceso bilateral de control de armas.
"Sin embargo, en el largo plazo, la administración (del presidente Trump), no va a abandonar esta idea. Desde nuestro punto de vista, los intentos de EEUU de presionar a Pekín son insostenibles", afirmó Antónov.
Afirmó también que Moscú insta a Washington a que cese sus intentos de negociar beneficios en los últimos días del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas.
"Hacemos un llamado a EEUU para que demuestre sabiduría política, confirme la responsabilidad de mantener la estabilidad estratégica. Los intentos imprudentes de negociar beneficios en los últimos días de operación del Nuevo START deben abandonarse", dijo Antónov.
El embajador agregó que todos esperan que se amplíe el tratado y continúen los trabajos conjuntos sobre el control de armas nucleares y de misiles.
Mediante ese acuerdo, EEUU y Rusia se comprometieron a reducir sus arsenales hasta 700 misiles desplegados, 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva, para el 5 de febrero de 2018.
Suscrito en 2010, el acuerdo entró en vigor en 2011 por un periodo de diez años, prorrogable por cinco años. Si no se renueva, expirará en febrero próximo.
Las conversaciones ruso-estadounidenses para extender el tratado se han atascado debido a los recelos recíprocos sobre el desarrollo de nuevas armas.