En concreto, el número de personas sin trabajo creció en 355.000 personas de julio a septiembre —un 10,5% más— coincidiendo con una temporada de verano atípica a causa de la crisis del COVID-19, según informó el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España.
Por otro lado, la cifra de ocupados en el país aumentó en 569.000 personas en el tercer trimestre con respecto al anterior, en total un 3% más que sitúan en 19,1 millones el total de trabajadores.
El impacto de la pandemia condicionó los datos que habitualmente son positivos para una temporada de verano en España, gracias al impulso en sectores como el turismo o la restauración.
Otro dato relevante vinculado a la crisis del coronavirus es que los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), es decir, un cese temporal de su actividad en sectores afectados por las restricciones para frenar el virus.
Estas ausencias bajaron en verano, lo que hizo que las horas efectivas de trabajo crecieran un 15%, según refleja el INE.
También bajó a consecuencia de esto el teletrabajo, que había alcanzado el 16% entre marzo y junio y ahora se sitúa en un 10,3%.
El Gobierno de España prevé que la subida del paro alcance el 17% a finales de 2020 debido al impacto de la crisis sanitaria del COVID-19.
