¿Qué consecuencias tendrá el boicot turco a los productos franceses?

© REUTERS / Mussa QawasmaProtestas contra las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, en Palestina
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El presidente turco Recep Tayyip Erdogan llamó a boicotear los productos franceses ante una escalada de las tensiones entre los dos países. Según la analista turca Meliha Okur, el boicot es una medida bastante seria.

Okur recordó en declaraciones a Sputnik que desde los años 2000 Turquía ha declarado cuatro boicots a Francia.

"De hecho, estas acciones no han dado ningún resultado, y esta vez pasará lo mismo. El nivel de la tensión baja, todo se olvida y se reanuda el comercio", dijo la economista.

No obstante, Okur observó que en el contexto de la globalización, el boicot es una decisión seria.

"Los países y las alianzas están comprometidos por los acuerdos de libre comercio. Cuando se decide boicotear a un país, hay que definir claramente los límites de ese proceso", comentó. 

En el caso de Turquía, según la analista, la dificultad radica en que más de 50.000 personas están asociadas de una u otra forma con el capital francés, hacen negocios y suministran alimentos.

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A diferencia del embargo, el boicot es una medida temporal vinculada al equilibrio de la oferta y la demanda. "Hay que entender  que el embargo tiene consecuencias muy graves que suelen afectar a ambas partes", subrayó Meliha Okur.  

La situación actual, afirma la experta, ha demostrado la necesidad de que Turquía y Europa pongan a prueba sus relaciones.

 "El problema del Mediterráneo oriental, por ejemplo, no se ha planteado hoy en día; esta cuestión ha sido durante mucho tiempo un escollo en las relaciones entre Turquía y los países occidentales. Pero la situación que vemos hoy demuestra que ha llegado el momento de que Ankara y Bruselas pongan a prueba la sinceridad y la confianza mutua en sus relaciones", concluyó la analista. 

Las relaciones entre Turquía y Francia se deterioraron ante los desacuerdos sobre la situación en el Mediterráneo oriental y Libia, y alcanzaron una crisis tras las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre la necesidad de crear un "Islam iluminado" en el país. 

Muchos países musulmanes también criticaron a las autoridades francesas y apoyaron la iniciativa de Ankara de boicotear los productos franceses. 

París, a su vez, expresó la necesidad de que la Unión Europea imponga sanciones a Turquía. 

Este 29 de octubre se produjo un ataque con cuchillo cerca de una iglesia en la ciudad francesa de Niza. Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas, según informaron los medios locales. El Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) condenó el atentado.

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