La nueva fórmula que es una ecuación simple basada en diez factores estima los riesgos de contraer el virus SARS-CoV-2 en caso de contacto cercano con una persona contagiada.
El nuevo modelo que recibió el nombre CAT (Contagio por Transmisión Aérea, Contagion Airborne Transmission en inglés) divide el proceso de contagio en tres etapas: la expulsión de partículas del virus en el aire, la dispersión de estas partículas y su inhalación por una persona susceptible.
La fórmula se compone de 10 variables de transmisión de COVID-19, incluidas la frecuencia respiratoria, la cantidad del virus y la cantidad de tiempo durante el cual la persona está expuesta al virus.
Como afirman los mismos investigadores, es imposible calcular el riesgo exacto de contraer el virus ya que muchos parámetros son inexactos, como la cantidad de virus que se necesita para que uno se enferme.
No obstante, la fórmula ha revelado varias tendencias significativas en el proceso de contagio. Y una de ellas es que las mascarillas sí son necesarias. Entre las dos personas que llevan puestas mascarillas del N95, el riesgo de contagio se reduce por el factor 400. Al mismo tiempo, las mascarillas quirúrgicas disminuyen el riesgo en 10, y las de tela en 7 veces.
En caso de que una persona infectada se encuentre en un espacio cerrado y practique actividades físicas intensas, como en un gimnasio, el riesgo de contagiarse aumenta sustantivamente en el factor 200 en comparación con un escenario en el que la gente no hace ejercicio.
"Imagine a dos personas en cintas de correr en el gimnasio; ambas respiran con más dificultad de lo normal. La persona infectada está expulsando más gotas y la persona no infectada está inhalando más gotas", dijo Mittal.
En lo que se refiere a mantener una distancia segura, los científicos encontraron que el riesgo de transmisión del virus depende directamente de la distancia. "Si duplica su distancia, generalmente duplica su protección", afirma el coautor del estudio, publicado en la revista Physics of Fluids.
Incluso con ciertas incertidumbres, los investigadores creen que su modelo demuestra cómo las posibilidades de contagiar el coronavirus dependen de nuestro comportamiento. Es uno de los primeros modelos simples de enfermedades infecciosas que son fáciles de entender para una persona común al igual que a un especialista virólogo, creen los científicos.