Aproximadamente medio millón de niños en todo el país regresaron a clases en cápsulas separadas de hasta 18 niños, deberán usar máscaras durante todo el día y comer al aire libre o separados unos de otros, según una decisión del gabinete de coronavirus alcanzada el 29 de octubre.
Sin embargo, las cápsulas separadas se volverán a mezclar durante los programas post escolares de la tarde.
"No la voy a enviar", aseguró a Sputnik Alejandro Rubel, inmigrante hispano cuya hija de 6 años cursa en primer grado. "Creo que por ahora seguiremos aprendiendo desde casa, es más seguro, aunque un poco complicado por el tema del hebreo. Mi esposa y yo queremos esperar unos días hasta que en realidad exista una verdadera dinámica de aprendizaje. Nos parece que todas las decisiones han sido tomadas muy abruptamente".
No obstante, para Sara Moscovici la decisión resulta "una bendición", dijo a Sputnik.
"Mis hijos [de 6 y 8 años] están muy emocionados, y tanto para ellos como para mí, el método de aprendizaje en línea ha sido complicado", agregó.
Personas como Jhoana y José Zaidman, padres de dos niños de 8 y 11 años, viven una situación híbrida, uno regresa a la escuela mientras el otro continúa con las clases a distancia.
"El pequeño está súper emocionado de volver a la escuela hoy. Tanto así, que él solito se despertó a las 6 de la mañana sin ningún problema, mientras que el mayor estaba molesto por quedarse en casa y tener que seguir con las clases vía zoom", dijo la madre.
La decisión de enviar a los niños de regreso a la escuela, así como de abrir peluquerías, sinagogas y lugares de hospedaje y desayuno, forman parte del desconfinamiento que inició este 1 de noviembre a las 6:00 horas.
Mientras tanto, las tiendas permanecerán cerradas al menos hasta principios de la próxima semana, en una medida que ha indignado a los propietarios de pequeñas empresas y comerciantes en general.
