En concreto, los representantes de módulos y distritos de riego de la Cuenca del Río Conchos presentaron un documento donde se solicita que el Gobierno retire a los elementos de la Guardia Nacional y el Ejército de las presas en Chihuahua, así como frenar la extracción de agua de esos embalses.
Otra de sus exigencias se centra en la creación de una mesa de diálogo para solucionar de fondo las obligaciones que se derivan del Tratado de Aguas de 1944, en aras de encontrar un mecanismo para garantizar el agua de riego para sus cultivos el próximo año.
Los agricultores decidieron que su identidad se mantenga en secreto para evitar que haya nuevas represalias en su contra.
El 8 de septiembre, un grupo de agricultores chihuahuenses molestos por la extracción de agua tomó la presa La Boquilla, en el municipio de Delicias. El hecho provocó un enfrentamiento con miembros de la Guardia Nacional, donde una mujer murió.
El conflicto provocó una polémica en la política nacional. Mientras que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, denunció que las autoridades de Chihuahua —gobernado por el opositor Partido Acción Nacional (PAN)— utilizan el tema del agua con intereses políticos, el gobierno estatal acusó al Ejecutivo federal de no atender a sus agricultores por complacer las demandas de Donald Trump.
México y Estados Unidos acordaron a finales de octubre que se cumpliría con el pago de agua pendiente mediante el uso de las reservas de las presas internacionales que corresponden a los mexicanos. Asimismo, se estableció el compromiso de Washington de proporcionar agua a México en caso de emergencia o sequía, como una medida de "apoyo humanitario".
Ambos países tienen un tratado que data de 1944 gracias al cual México recibe cuatro veces más agua de la que aporta a Estados Unidos proveniente de las cuencas comunes de los ríos Bravo y Colorado.