"Hay ciertas excepciones que podrían permitir a los Estados miembros utilizar temporalmente y en caso de emergencia los productos [médicos] no autorizados" en la UE, dijo De Keersmaecker ante la prensa.
El portavoz agregó que "en esos casos los Estados miembros podrían asumir la responsabilidad derivada de dicho uso temporal".
Esta semana Hungría anunció sus planes de importar a partir de diciembre pequeñas dosis de una vacuna anti-COVID rusa.
De Keersmaecker, por su parte, informó que el bloque comunitario está en contacto con fabricantes europeos y que de momento no hay negociaciones sobre la vacuna con Rusia ni tampoco con China.
El pasado 11 de agosto Rusia registró la primera vacuna contra el COVID-19, llamada Sputnik V y desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya. El fármaco se produce en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).
Sputnik V pasó dos fases de pruebas, y los ensayos posregistro se están llevando a cabo en la actualidad.
El 14 de octubre, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que el Centro de Virología y Biotecnología Vector registró su vacuna contra el coronavirus llamada EpiVacCorona.
Además, están en curso los ensayos clínicos de otra vacuna contra el virus, elaborada por el Centro ruso de Investigaciones y Desarrollo de Sustancias Inmunobiológicas Chumakov.