La segunda ola de coronavirus llegó a Europa incrementando los casos de contagios en varios países de Europa, entre ellos Alemania, por lo que el Gobierno tuvo que dictar desde el 2 de noviembre un confinamiento parcial y ordenó el cierre de bares, restaurantes, gimnasios y varios lugares de ocio.
Estas medidas, si bien pueden prevenir y controlar los contagios, golpean la economía nacional y muchos comerciantes no están de acuerdo por lo que se organizaron varias protestas en otras ciudades de Alemania contra las mismas.
Durante la jornada se espera otra protesta, también en Leipzig, para apoyar las medidas gubernamentales contra el coronavirus.