"El ejército sostenía que hay que parar […] Porque no se vislumbraba una solución a los problemas existentes, o bien porque los recursos se estarían agotando", señaló Pashinián en una alocución transmitida en directo en la red social Facebook.
El primer ministro mencionó que "los combatientes en el frente no tenían reemplazo". "En primera línea había quienes llevaban un mes sin rotación", agregó.
Pese al acuerdo logrado, según Pashinián, en Nagorno Karabaj continúan algunas operaciones bélicas.
Además, Shushan Stepanián, la portavoz del Ministerio de Defensa de Armenia, declaró que las hostilidades en Nagorno Karabaj a lo largo de todo el frente cesaron.
"Las hostilidades a lo largo de toda la línea del frente han cesado. Desde las 06:00 horas se ha mantenido una calma relativa. Las tropas de paz rusas continúan desplegándose en Artsaj [Nagorno Karabaj]", comunicó la portavoz en Facebook.
El 9 de noviembre, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y los presidentes de Azerbaiyán y Rusia, Ilham Aliyev y Vladímir Putin, emitieron una declaración conjunta sobre el cese de hostilidades en Nagorno Karabaj a partir de las 00.00 hora de Moscú (GMT+3) del 10 de noviembre.
En el marco del acuerdo, Rusia ya procedió al envío de fuerzas de paz —1.960 militares, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos— que se desplegarán en la línea de separación entre las partes beligerantes y a lo largo del llamado corredor de Lachín que conecta Nagorno Karabaj con Armenia. Los bandos en conflicto deben permanecer en sus posiciones actuales y realizar un intercambio de prisioneros.
Según el mandatario azerí, también Turquía enviará un contingente de paz a la zona del conflicto.
Aliyev indicó que las fuerzas de mantenimiento de la paz de Rusia en Nagorno Karabaj se desplegarán por un período de cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas, y se llevará a cabo simultáneamente con la retirada de las fuerzas armenias desde varios distritos ocupados en la guerra de 1992-1994.
El acuerdo, que el primer ministro armenio calificó de extremadamente doloroso, dio origen a violentos disturbios en Ereván, donde los manifestantes irrumpieron en las sedes del Gobierno y la Asamblea Nacional y propinaron una paliza brutal al líder parlamentario, Ararat Mirzoián.