En su determinación, Lewandowski pide que se den explicaciones al Supremo "acerca de los criterios utilizados para proceder a los estudios y experimentos relacionados con la vacuna, así como el estado de aprobación de ésta y de las demás vacunas contra el COVID-19".
El 9 de noviembre, la Anvisa (que es un órgano estatal pero actúa de forma independiente al Gobierno) ordenó interrumpir los test de la vacuna del laboratorio chino Sinovac después de detectar un "evento adverso grave" entre los voluntarios, sin dar más detalles.
Los responsables de los test en Brasil, del Instituto Butantan de Sao Paulo, expresaron su extrañeza y aseguraron que el incidente no tenía ninguna relación con la vacuna; poco después, la prensa divulgó que la muerte en realidad se trataba de un suicidio, por lo que no hay ninguna relación con la vacuna.
Las sospechas sobre una posible interferencia del Gobierno de Jair Bolsonaro en la Anvisa cobraron fuerza después de que el propio presidente celebrara en las redes sociales la suspensión de los test como un logro personal.
El Supremo no es el único órgano que busca aclarar lo sucedido; el Ministerio Público pidió al Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) que investigue si la Anvisa está sufriendo interferencias "político-ideológicas", en referencia velada a una posible injerencia de Bolsonaro.
Después de que se supiera que el fallecimiento de un voluntario fue un suicidio, el Comité Internacional Independiente recomendó a la Anvisa que autorice la continuidad de los ensayos clínicos.
Ahora, la Anvisa analizará la petición ya que tiene autonomía a la hora de regular el sector en Brasil y tendrá la última palabra, junto con el Consejo Nacional de Ética en Investigación, que ya había pedido que se retomen los test.