"El reino resalta el peligro del proyecto regional del régimen iraní, rechaza su injerencia en los asuntos internos de Estados, su apoyo al terrorismo y el extremismo e instigación al odio, y llama a la comunidad internacional a que adopte una posición decisiva contra Irán, que no le permite acceder a armas de destrucción masiva, para desarrollar el programa de misiles balísticos y amenazar a la paz y la seguridad", dijo el monarca saudí en un comunicado.
El ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, también señaló que Irán no iba a arrastrarse a una carrera armamentista en el golfo Pérsico.
En julio de 2015, Irán y seis mediadores internacionales —Rusia, EEUU, el Reino Unido, China, Francia y Alemania— firmaron el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que impuso una serie de limitaciones al programa nuclear iraní con el objetivo de excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
En particular, el acuerdo establece que el embargo de armas se levantaría de Irán dentro de cinco años. El suministro de armas fue posible antes de la expiración del período, pero solo con el permiso del Consejo de Seguridad de la ONU.
En mayo de 2018, Washington rompió el pacto y activó varias baterías de sanciones contra Irán con el argumento de que el país seguía desarrollando armas nucleares.
Más tarde, Estados Unidos propuso una resolución para extender el embargo de armas, pero el Consejo de Seguridad de la ONU la declinó.