De acuerdo con el profesor Zeev Rotstein, director del Centro médico universitario Hadasa de Jerusalén, se ha firmado un memorando de entendimiento con varias instituciones rusas implicadas en el desarrollo de la vacuna, el fondo soberano, el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) y el Instituto de Investigación de Epidemiología de Gamaleya.
Rotstein dijo que el Gobierno israelí no ha considerado formalmente comprar la vacuna rusa, pero "como de costumbre, estamos sirviendo como piloto para mostrarle al Ministerio de Sanidad el modo de proceder y esperamos que, con el tiempo, el Gobierno de Israel se dé cuenta de que esta vacuna es segura y eficaz".
"Si el Gobierno al final decidiera que no necesita la vacuna rusa, entonces Hadasa se encargaría de vacunar a quienes quieran recibirla a través de una iniciativa comercial", agregó Rotstein.
Si bien los expertos dijeron que los datos rusos eran alentadores y reforzaban la idea de que la pandemia podría detenerse con las vacunas, advirtieron que los resultados solo se basaron en un pequeño número de voluntarios en el ensayo clínico que habían contraído COVID-19.
Las posibilidades de contraer COVID-19 son un 92% más bajas entre las personas vacunadas con Sputnik V que entre las que recibieron el placebo, dijo el RDIF, lo cual está muy por encima del umbral de efectividad del 50% de establecido por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) para las vacunas anti-COVID-19, según la misma fuente.
"De acuerdo con los datos, estamos demostrando que tenemos una vacuna muy eficaz", dijo el director de RDIF, Kirill Dmitriev.
La vacuna está diseñada para desencadenar una respuesta a partir de dos inyecciones administradas con 21 días de diferencia, cada una basada en diferentes vectores virales que normalmente causan el resfriado común: los adenovirus humanos Ad5 y Ad26.
RDIF aseguró que hasta el 11 de noviembre no se habían reportado efectos secundarios graves durante el ensayo de fase III de la Sputnik V. Algunos voluntarios tuvieron eventos adversos menores a corto plazo, como dolor en el lugar de la inyección, síndrome similar a la gripe que incluía fiebre, debilidad, fatiga y dolor de cabeza, puntualizó.