Ese año las dos potencias nucleares llevaron a cabo una serie de negociaciones para el tratado denominado Strategic Arms Limitation Talks II (SALT II) o Tratado sobre Misiles Antibalísticos con el fin de establecer los límites de la producción de misiles balísticos intercontinentales que podrían llevar una bomba nuclear.
El tratado se firmó entre el entonces líder soviético, Leonid Brézhnev, y el presidente demócrata de EEUU, Jimmy Carter, el 18 de junio de 1979. Y para su revisión en agosto, dentro de una delegación estadounidense de siete personas, llegó el joven senador del estado de Delaware, Joseph Robinette Biden.
En una entrevista concedida a un reportero soviético justo antes de la despedida en el aeropuerto Sheremétievo, Biden agradeció la hospitalidad de sus colegas rusos y evaluó de manera positiva las relaciones de EEUU y la URSS en el ámbito del desarme nuclear.
"Hemos encontrado esta visita de lo más útil y productiva. Llegamos con la misión de explicar el papel del Senado de los Estados Unidos en el tratado SALT. Sus líderes fueron sumamente cooperativos y generosos con su tiempo, y en general, mis seis colegas y yo encontramos esta visita muy útil y lamentamos irnos a casa tan pronto", dijo Biden.
También mencionó que mejorar la política migratoria de la URSS podría contribuir en las relaciones bilaterales.
A pesar del éxito de las negociaciones, el acuerdo nunca entró en vigor, aunque ambas naciones cumplían con sus compromisos. Al final, el Senado de EEUU nunca lo ratificó, mientras que la Unión Soviética envió sus tropas a Afganistán en diciembre del mismo año 1979, lo que agravó las tensiones.
Sin embargo, el SALT II sirvió de base para futuros acuerdos, como el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START I). Su versión más moderna es el llamado Nuevo START, suscrito en 2010. Desde que Washington abandonó el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), el START III es el último gran acuerdo de control de armas entre EEUU y Rusia y expira el 5 de febrero de 2021.