"Se está desencadenando una crisis humanitaria a gran escala mientras miles de refugiados huyen de los combates en curso en la región de Tigray en Etiopía todos los días en busca de seguridad en el este de Sudán", dice la nota de ACNUR.
Según el portavoz de la agencia, Babar Baloch, desde el 10 de noviembre, unas 4.000 personas cruzan la frontera a diario.
Se señala que más de 27.000 personas ya se han desplazado a Sudán desde que estalló el conflicto en Tigray hace dos semanas.
En Tigray se decretó el estado de emergencia por un plazo de seis meses.
Por su parte, el FLPT niega el ataque y acusa al Gobierno central de fabricar un pretexto para la intervención militar en Tigray.
El 7 de noviembre la Asamblea Parlamentaria Federal de Etiopía autorizó la creación de un gobierno interino para sustituir a las autoridades regionales, elegidas en los comicios de septiembre en Tigray.
Adís Abeba califica esa votación de ilegítima, alegando que los comicios en el resto de Etiopía fueron aplazados por la pandemia del coronavirus.
La ONG Amnistía Internacional denunció el jueves 12 que "un gran número de civiles" fueron masacrados en el suroeste de Tigray en la noche del 9 de noviembre.