Las embajadas de los países donantes "compraron con esos recursos las despensas que ya están en Tabasco, fuimos a una bodega y vimos despensas de Rusia y de Alemania", relató el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa.
El presidente hizo un recorrido el fin de semana con jefes del alto mando de las Fuerzas Armadas, responsables de repartir la ayuda en las zonas costeras del sureste del país, que sufrieron inundaciones por tormentas tropicales, frentes fríos y el paso del huracán Eta, desde finales de octubre a principios de noviembre, que dejaron al menos 28 muertos.
Reparto de la ayuda
Aparte de unos 85.000 dólares que Francia entregó a la Cruz Roja Internacional, la ayuda de los países consiste en víveres y productos de primera necesidad, repartidos con ayuda de los militares de la Defensa, explicó el canciller.
La ayuda de la Embajada alemana consistió en 50 toneladas de víveres; y algunas empresas procesadoras de alimentos también enviaron apoyos.
El presidente López Obrador detalló que "la secretaría de la Defensa centraliza el apoyo de empresas y gobiernos extranjeros para rendir un informe de cuánto se está enviando, adónde va ese apoyo, y quién lo recibe".
La intención de que los militares sean los responsables del reparto de despensas y no autoridades civiles es "que haya absoluta transparencia", y no desaparezca la ayuda como en gobiernos anteriores.
El Gobierno federal ya trabaja en la etapa posterior a las inundaciones.
"Lo primero era rescatar a la gente, que se trasladara a albergues, a refugios, que no les falte la comida, con instalación de cocinas", relató el jefe del Ejecutivo.
La región del municipio de Centla, una zona pantanosa en una reserva de la biósfera, habitada por comunidades indígenas de la etnia chontal, "es la parte más afectada ahora, es la parte baja que está a cargo de la secretaría de Marina", agregó el gobernante.
El programa de ayuda de emergencia comenzó con la entrega de 70.000 despensas, "para que les duren 10 o15 días, ya están bajando las aguas de los ríos, con excepción del rio Usumacinta", puntualizó López Obrador.
Ese río es el más caudaloso de México y Centroamérica, nace en las montañas de Guatemala y desemboca en costas de Tabasco, en el Golfo de México.
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) confirmó el balance de 28 personas fallecidas y unos 300.000 damnificados.
"Ante esta situación, los equipos de ACNUR en Chiapas y Tabasco están coordinando con las autoridades locales la atención inmediata para dar asistencia a las comunidades afectadas", dijo ACNUR en un comunicado.
La Unidad de Protección Civil federal emprendió un operativo para retirar desechos, desinfectar y fumigar la zona siniestrada.
Brigadas de salud comenzaron un programa de pintura, mejoramiento, ampliación y construcción de viviendas, y entrega de enseres de damnificados para propiciar el regreso a sus casas.