El 10 de octubre Jack Strickland se encontraba filmando a un tiburón en la costa de la isla de Haggerstone, en Queensland. Si bien este escualo no era enorme y no representaba ningún tipo de amenaza para el hombre, su perro Tilly no dudó en enfrentarse a él cuando este se acercó al área donde estaba su dueño.
El can se lanzó al agua con toda su fuerza y espantó al tiburón, que ya no volvió a acercarse. Después de que el escualo se fue, el perro permaneció en el agua para echar un vistazo e incluso nadó un poco más profundo para asegurarse de que nada pudiera amenazar a su amigo.