"En la Federación de Rusia se ha registrado un total acumulado de 2.015.608 casos [+1,2% respecto a la jornada anterior] de infección por coronavirus en las 85 regiones", dice el comunicado.
La nota precisa que en las últimas 24 horas en el país se han confirmado 23.610 positivos, 6.078 (25,7%) de ellos asintomáticos.
La mayoría de los nuevos contagios se han detectado en la capital rusa (6.438), San Petersburgo (2.312) y la región de Moscú (880).
En particular, se confirmaron 73 muertes en la capital y 72 en San Petersburgo.
Un día antes, Rusia reportó 20.985 casos y 456 fallecimientos.
Según el centro operativo, en las últimas 24 horas 25.573 personas recibieron el alta médica, cifra récord en lo que va de pandemia, y el total de pacientes recuperados se elevó a 1.526.656.
Por su parte, la oficina nacional de protección al consumidor, Rospotrebnadzor, comunicó que Rusia ha realizado hasta la fecha más de 70,6 millones de test del coronavirus, incluidos 577.000 durante la jornada anterior.
Más de 468.700 pacientes continúan bajo observación médica como sospechosos de contagio por el COVID-19, según el organismo.
A su vez, la jefa de la oficina nacional de protección al consumidor (Rospotrebnadzor), Ana Popova, afirmó que Rusia cuenta con suficientes test de coronavirus.
Previamente se informó que, actualmente, los resultados de las pruebas de COVID-19 deben estar listos en un plazo de 48 horas.
"Hoy en día no hay problemas con los test para investigar la existencia de anticuerpos", dijo Popova en un programa del canal televisivo Rossiya 1.
Al referirse a la situación epidemiológica en el país, la funcionaria indicó que "es muy tensa" y se detecta un "empeoramiento".
La funcionaria precisó que ante todo es imprescindible el uso de mascarillas, la higiene y la distancia social, así como llamó a abstenerse de visitas a los lugares públicos, salvo en caso de una necesidad urgente.
Popova indicó que la temporada fría no influye en la propagación del virus, pues hay algunos virus que sobreviven a temperaturas de hasta 70 grados bajo cero, y existen vacunas contra los virus deben conservarse a temperaturas muy bajas.
"No tiene ningún sentido esperar que todo desaparezca por sí solo con la llegada del invierno", subrayó.
