"Al exministro de Exteriores Ghandour (...) y otros nueve [exmiembros del Gobierno] se les presentaron cargos por los cuales podrían ser condenados a muerte o cadena perpetua por intentar usar la fuerza contra las autoridades de transición", dijo la fuente.
El jefe de la diplomacia sudanesa de 2015 a 2018 jugó un papel decisivo, según la prensa local, en las negociaciones para levantar las sanciones económicas de EEUU en octubre de 2017.
En junio de 2020 el exministro fue arrestado, aunque sin declaraciones oficiales sobre los motivos.
Los cargos, según la fuente, incluyen "el llamamiento a oponer resistencia por la fuerza a las autoridades actuales y el intento de golpe de Estado".
También, "durante la investigación algunos de los acusados confesaron haber intentado organizar ataques terroristas y explosiones en varios lugares de Jartum el 30 de junio, el día de las protestas masivas en la capital y varias provincias bajo las insignias de acelerar las reformas, establecer la justicia y la paz".
A mediados de abril de 2019, tras cuatro meses de protestas, que dejaron decenas de muertos y centenares de heridos, Sudán vivió un golpe militar que puso fin a los 30 años en los que el presidente Omar Bashir estuvo en el poder.
Dos días después, el economista opositor Abdalla Hamdok juramentó como nuevo primer ministro de Sudán y el presidente del CMT, Abdul Fatah Burhan, asumió como jefe del Consejo Soberano para los primeros 21 meses de transición.
El 5 de septiembre se aprobó la composición del nuevo Gobierno sudanés en el que los militares controlan solo dos de los 19 ministerios, el de Defensa y el de Interior.