"Hay evidencia que demuestra que el régimen iraní está implicado en los ataques lanzados por el grupo terrorista de hutíes contra instalaciones petrolíferas", dijo Al Maliki en declaraciones al agencia de noticias SPA.
Subrayó que estos ataques tienen por objetivo no solo las instalaciones nacionales del Reino, sino también están dirigidos contra la seguridad energética global.
El 23 de noviembre, el portavoz de las tropas hutíes, Yahya Saree, informó a través de Twitter de que una estación de distribución de Saudi Aramco fue atacada con un misil Quds 2, que había entrado en servicio recientemente, y que el golpe fue preciso, a juzgar por las ambulancias y los carros de bomberos que se apresuraron a la escena.
Más tarde, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha expresado su preocupación por el ataque y pidió a todos los involucrados que muestren la máxima moderación.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
En marzo de 2015 intervino en el conflicto, del lado de Hadi, una coalición militar suní liderada por Arabia Saudí, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos y otros países árabes.
En respuesta a los permanentes bombardeos aéreos de la coalición contra los territorios del norte de Yemen controlados por los hutíes, los rebeldes atacan los distritos saudíes limítrofes con Yemen, en particular los aeropuertos y la infraestructura petrolera.