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Diego Maradona, gran defensor del fútbol en la altura

© REUTERS / Carl RecineDiego Armando Maradona, exfutbolista argentino
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LA PAZ (Sputnik) — Vino, jugó, dirigió, hizo amigos y se ganó el corazón de todos los bolivianos no solo por su genio deportivo sino por su solidario y decisivo apoyo a lucha boliviana contra un veto mundial al fútbol en la altura.

¿Cómo no recordar en Bolivia al argentino Diego Armando Maradona que a sus 47 años salió de su retiro para jugar un partido amistoso en La Paz, como mayúsculo argumento en favor del fútbol internacional en la altura?

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La muerte de Maradona, el 25 de noviembre a sus 60 años, hizo que líderes y medios bolivianos destacaran la defensa incondicional que el astro mundial hizo del derecho a jugar fútbol donde se vive, lo que en Bolivia significa patear el balón a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, en La Paz y otras ciudades.

"Diego fue un gran defensor del fútbol en la altura y quería mucho a Bolivia. Gran amigo de las causas justas", escribió el expresidente Evo Morales, amigo de Maradona, con quien coincidió no solo en el césped del principal estadio de La Paz sino también en encuentros políticos internacionales de corte izquierdista.

En la altura

El encuentro de Maradona y Morales en el estadio de La Paz, a 3.600 metros de altitud, fue en un partido jugado el 7 de marzo de 2008 que marcó un momento decisivo de la campaña boliviana contra el segundo intento en una década por vetar el fútbol internacional a más de 2.500 metros, por supuestas razones de salud.

"Le hemos demostrado a la FIFA que se puede correr en esta cancha", dijo Maradona en un acto realizado en el intermedio de ese partido, calificando como "ridículo" al veto y denunciando que el entonces líder de la FIFA, Jospeh Blatter, "nunca ha corrido detrás de una pelota, nunca pateó un penal y ahora está jugando con la pasión de la gente".

El argentino desafió así a las cúpulas de la todopoderosa FIFA y de la sudamericana Conmebol, que trataron de imponer en 2008 el veto a la altura que no pudieron lograr en la década anterior, cuando el empobrecido país altiplánico clasificó por primera vez directamente a un Mundial de Fútbol.

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"Si Dios metió a Bolivia en este lugar, hay que respetarlo; cada uno juega en su tierra, así de simple. Nunca le tuve miedo a la altura", dijo Maradona rodeado por su equipo de exfutbolistas argentinos que enfrentó la escuadra de Morales, en la que había agentes de seguridad y varios exmundialistas bolivianos.

Esta afirmación originó un bullicioso aplauso de los presentes, recordó el diario El Día de la ciudad de Santa Cruz (este), reproduciendo como homenaje las declaraciones de Maradona.

"Cada uno juega en su tierra, y punto, basta. No estoy de acuerdo con los que dicen que a Bolivia hay que sacarla de los torneos porque juega en la altura; ¿sacarla por qué? Y si yo te saco de tu casa, ¿qué pasa", insistió Maradona.

El segundo veto a la altura finalmente no prosperó.

Con Messi

Maradona no cambió de opinión cuando al año siguiente la selección argentina, con él como director técnico y Lionel Messi como máxima figura, sufrió en La Paz una de las peores derrotas de su historia: 6-1 en partido de eliminatoria para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.

¿Influyó la altura en este resultado?, le consultó un reportero.

"No, los jugadores jugaron de acuerdo a lo que les permitió el rival y el rival hizo mejor las cosas, y punto", sentenció Maradona, según recapituló el programa televisivo Deporte Total en su sitio web.

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El ídolo argentino, —quien nunca jugó un partido oficial de Bolivia aunque sí dos amistosos en 1979 con su primer club, Argentinos Juniors— estuvo a punto de fichar por el Club Bolívar de La Paz, en un acuerdo que estaba listo para la firma y debía ejecutarse después de la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos.

"Así fue. Me llamó el Pato (José Omar Pastoriza). Yo quería venir a jugar en Bolívar; ¿cómo no voy a querer?", dijo Maradona en una declaración durante su visita de 2008, que reproduce el sitio Bolivia.com.

El acuerdo no se concretó porque Maradona resultó suspendido por un año a causa de un positivo de dopaje en el mundial estadounidense.

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