"Una de las características más interesantes de nuestro satélite es su tamaño; estamos acostumbrados a que los satélites pesen toneladas, y las dimensiones de este son las de una caja de zapatos, de 10 por 10 por 30 centímetros y pesa solo dos kilos y medio", explicó a Sputnik el doctor Ofer Amrani, director del laboratorio de satélites en miniatura de la Universidad de Tel Aviv.
Tel Aviv University builds and plans to launch a small satellite into orbit, Tel Aviv University's TAU-SAT1 nanosatellite. Credit: American Friends of Tel Aviv University (AFTAU) The TAU-SAT1 nanosatellite... https://t.co/16SF4S3Mux pic.twitter.com/d62U3Acqfc
— Copernical.com (@Copernical) November 4, 2020
Y agregó: "Se trata de un nanosatélite de la variedad CubeSat, y la otra característica interesante es que el TAU-SAT1 es el primer nanosatélite diseñado, construido y probado de forma independiente en el ámbito académico en Israel".
¿Investigar la radiación cósmica?
"Los seres humanos acabaremos saliendo del planeta y yendo más allá, no es una pregunta si lo haremos, sino de cuándo lo haremos, y nosotros hemos querido investigar a qué radiación cósmica se van a exponer los humanos cuando den ese paso", explicó Amrani.
Launching the TAU-SAT1 nanosatellite is the university’s first step on its path toward joining the “new space” revolution that is opening up the industry to civilian players.#SpaceTech #Revolution #Israel https://t.co/46iP45nUsj pic.twitter.com/3KlaRJ5dmy
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El profesor señaló que nos encontramos en una fase en la que lanzar un satélite ya no es ni tan caro ni tan complejo como hace pocos años, "se puede hacer por unos 50.000 dólares por kilo", indicó, y de ahí el interés y la posibilidad de diferentes cuerpos investigadores y hasta individuos en "hacer autostop. Porque, literalmente", dijo el profesor, "nosotros hacemos autostop con nuestro satélite".
Autostop espacial
El TAU-SAT1, que se encuentra actualmente en proceso de pruebas previas al vuelo en la agencia espacial japonesa JAXA, será enviado a Estados Unidos donde será lanzado a bordo de una nave de reabastecimiento de la NASA, que llevará otras cosas además del satélite israelí, con destino a la Estación Espacial Internacional a principios del próximo año.
El doctor Amrani explicó que, para recolectar los datos que producirá el TAU-SAT1, los científicos construyeron una estación satelital en el techo del edificio de la facultad de Ingeniería, que incluye una serie de antenas y un sistema de control automatizado.
"Cuando el TAU-SAT1 pase sobre Israel, es decir, dentro de un radio de unos pocos miles de kilómetros de rango de recepción, las antenas rastrearán la órbita y se producirá un proceso de transmisión de datos entre el satélite y la estación", señaló.
Las partículas de alta energía que se mueven en el espacio y que se originan a partir de la radiación cósmica son el objetivo de la investigación del equipo de Amrani, que monitoriza esa radiación. "Y nuestra premisa es que el espacio es un entorno hostil, no solo para los seres humanos sino también para los sistemas electrónicos", explicó el académico.
El satélite también servirá como relé espacial para estaciones de radio amateur en todo el mundo. "Gracias al abaratamiento de los costes y a la mejora de los materiales electrónicos, vivimos una revolución en el campo del espacio civil: el espacio está abierto a todo el mundo ahora, no solo a los gobiernos y a las grandes empresas", enfatizó Amrani.
Se espera que el satélite permanezca operativo durante varios meses antes de que comience a perder velocidad debido a la resistencia atmosférica, lo que hará que se queme en la atmósfera y regrese a la tierra como polvo estelar.