En la operación Carding Action 2020, que duró tres meses, también participaron policías de Italia, Hungría y el Reino Unido.
"Utilizando sus propias tecnologías innovadoras para investigar las amenazas cibernéticas y perseguir a los atacantes, Group-IB ha recopilado, analizado y transmitido a las fuerzas del orden la información sobre 90.000 tarjetas bancarias comprometidas de clientes de bancos europeos. Como resultado de la acción rápida, el daño que se logró evitar a las instituciones financieras europeas se estima en 40 millones de euros", señala el comunicado.
El responsable del Centro Europeo de Ciberdelincuencia de la Europol (EC3), Edvardas Sileris, comentó que el intercambio de información entre expertos privados y actores públicos es un factor clave en la lucha contra las crecientes amenazas del fraude con tarjetas bancarias y el robo de datos de tarjetas bancarias de los ciudadanos de la UE.
Según el informe Group-IB Hi Tech Crime Trends 2020-2021, el mercado de carding ha crecido un 116%, hasta 1.900 millones de dólares.