"La capacidad que se pone en marcha permitirá aumentar la producción de medicamentos eficaces que se emplean en el tratamiento de COVID-19, tuberculosis, diabetes, hepatitis y otras patologías graves", dijo Putin en la ceremonia de apertura.
El mandatario recalcó que elevar la capacidad de la industria farmacéutica nacional siempre ha sido importante para el país y los ciudadanos, especialmente ahora.
Rusia registró oficialmente el pasado 11 de agosto su primera vacuna, Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas inglesas).
Los datos de la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna de Gamaleya muestran una eficacia de más del 95% contra COVID-19.
El fármaco, que se basa en el adenovirus humano tipo 26 y en el adenovirus humano recombinante del tipo 5, actualmente realiza las pruebas con más de 40.000 voluntarios en Rusia, Bielorrusia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, la India y Venezuela.
Más de una veintena de países ya se han asegurado 1.000 millones de dosis de Sputnik V, según informes del RDIF.
Además, están en curso los ensayos clínicos de otra vacuna contra el virus, elaborada por el Centro ruso de Investigaciones y Desarrollo de Sustancias Inmunobiológicas Chumakov.