María Álvarez no tuvo el confinamiento más plácido. Desde marzo, esta joven empresaria tuvo que hacer frente a una situación que ella misma define ahora como "insostenible". Y es que la pandemia le dificultó atender las necesidades de las empresas que dirige. A los problemas generados en las entidades por el propio parón, se unían las propias circunstancias del encierro domiciliario. El cierre de los colegios hizo que tuviera que conciliar el cuidado de sus hijos con las horas que dedicaba a sus negocios. Sintió como el tiempo se le echaba encima. 24 horas eran pocas.
Este giro de tuerca vino con una idea: establecer una jornada laboral de cuatro días. Este es el propósito de la plataforma 4Suma!, de la cual Álvarez es una de sus impulsoras. La agrupación de empresas y empleados propone laborar un día menos, pero sin que caigan los salarios o aumenten las horas de trabajo diarias. Animan a que las compañías pasen de las habituales 40 horas semanales a 32. Lo mismo piden para los centros educativos.
Ahora es urgente que demostremos que hay mucha gente que apoya la #semana4dias.
— Maria Alvarez (@ostraperlera) November 26, 2020
No sólo para conciliar, no solo para ser más productivos, no solo para tener más tiempo libre: para que nadie más tenga que elegir entre cobrar un salario hoy o aspirar a una vida mejor mañana.
A priori, puede resultar utópico. Incluso, una ensoñación. Sin embargo, según la empresaria, este modelo es beneficioso en muchos sentidos. Primero, porque alivia servicios públicos como el transporte, lo que ayuda a reducir el riesgo de transmisión del coronavirus y, a su vez, tiene un efecto positivo en el medio ambiente. Segundo, porque permite al trabajador tener más tiempo libre para invertir en su formación, quehaceres o vida familiar. Aquel que no tuvo ella durante el confinamiento. Y tercero, porque no provoca caídas en los índices de productividad de la entidad. Es más, la aumenta. Es lo que denomina Álvarez como el paso de la cultura de la incidencia a la de la eficacia.
"Imagina que cada vez que fuésemos al supermercado tuviésemos que estar una hora obligatoriamente, aunque solo quisiéramos ir a comprar leche. Es impensable y sería desesperante para el comprador. Esto mismo sucede en el trabajo, donde el empleado muchas veces tiene que echar horas sin recibir ningún incentivo o generar valor. Nosotros queremos acabar con esto", explica.
El objetivo es erradicar el modelo de la fábrica, adalid de la cultura de la incidencia. La empresaria afirma que hace años, cuando el hombre sustituía a la máquina, tener una jornada de horas cerrada era comprensible. "Cuantas más horas estuviese una persona atornillando, mejor para la compañía. Pero, esta es una manera muy simplista de mirar al trabajo en pleno siglo XXI", comenta Álvarez. En la actualidad, cree que la aportación del empleado no tiene que ver con el tiempo, sino con el valor. "No le ponemos más cariño a las cosas por estar 40 horas en la oficina, en vez de 30. En esas 30, podemos ser capaces de producir mucho mejor. A ese punto es adonde queremos llegar. Es lo que tenemos que visualizar los empresarios", indica.
Casos prácticos
Un paradigma que aplican en las empresas a su cargo. Las fórmulas de reducción de jornada ya estaban implantadas en una pequeña compañía de oficina. Pero, el gran reto era llevar la idea a La Franchachela, una cadena de restaurantes. Tras el confinamiento, el personal de estos establecimientos pasó a librar un día más de la semana. Algo novedoso al tratarse de un tipo de negocio donde prima la presencialidad del empleado. Característica común de toda la hostelería, en la que trabaja el 17% de la población activa de España. "En este sector, el capital humano tiene poco valor añadido. Se suelen trabajar muchas horas, pero se genera poca productividad. Nosotras queríamos revertir esta afirmación", asegura Álvarez.
Pero, sus negocios no son los únicos. En Jaén, la empresa Software Delsol fue la primera en España en implantar la semana laboral de cuatro días. Desde el 1 de enero de 2020, sus 185 empleados realizan una jornada de 36 horas. Los trabajadores que se ocupan de tareas internas libran todos los viernes. Los que se centran en la atención al cliente laboran cuatro días en turnos rotatorios, para no dejar ningún día sin servicio. Según la compañía, los resultados son positivos.
Durante el día de hoy, Ana Arroyo (Responsable de RRHH de Software DELSOL) ha participado en las I Jornadas Alcalá Emprende de Alcalá la Real. Su intervención ha estado enmarcada en la mesa redonda "Buenas prácticas empresariales en igualdad y conciliación" pic.twitter.com/0nNjhpE5gM
— Software DELSOL (@SoftwareDELSOL) October 25, 2019
Y podrían ser más. La miembro de la 4Suma! traslada que "muchas entidades se han puesto en contacto con la plataforma, interesadas en reducir la jornada laboral". No obstante, la pandemia también ha frenado las intenciones de otras. "El coronavirus ha hecho saltar los planes y las dinámicas de bastantes empresas. Necesitamos que se vuelva a una relativa normalidad para poder volver a recomponer las estrategias laborales. Después de esto, creo que muchas empresas optarán por modelos como este".
Apoyo institucional
Con los Presupuestos Generales de 2021 sobre la mesa, Más País y Equo decidieron presentar una enmienda en la que se aboga por la semana laboral de cuatro días. La propuesta plantea destinar 50 millones de euros en incentivos para aquellas empresas que decidan aplicar la reducción de jornada. Estas ayudas se nutrirían de los Fondos de Recuperación y Resiliencia. De momento, Hacienda ha aceptado estudiar la proposición.
Por su parte, en la Comunidad Valenciana ya es una realidad. La Conselleria de Economía de la Generalitat ha incluido en los Presupuestos autonómicos una partida de 1,5 millones de euros destinada a apoyar a las empresas que quieran introducir la jornada de cuatro días. "Del debate teórico hemos pasado a la parte práctica y de ahí esa partida para un programa piloto. No podemos legislar en esto, pero sí apoyar a las empresas que estén pensando en implantarlo, acompañarlas en el arranque para luego analizar cómo ha ido", comentó el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu.
Aunque apenas haya tenido eco mediático, resulta mucho más transformador poner sobre la mesa la semana laboral de 4 días que apostar por el hidrógeno verde. Mientras una propuesta cambia estructuras, la otra perpetúa el modelo insostenible que nos ha traído hasta aquí. pic.twitter.com/TFdTSa1TZm
— Andreu Escrivà (@AndreuEscriva) November 24, 2020
"Son buenísimas noticias", expresa Álvarez. Precisamente, a la plataforma se han adherido los diputados Íñigo Errejón, de Más País; Inés Sabanés, de Equo, y Joan Baldoví, de Compromís. Más allá de nuestras fronteras, también apoyan la instauración de la jornada de cuatro días los principales sindicatos de Alemania y Japón, el partido laborista británico, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, o la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. "Creo que los trabajadores se merecen pasar más tiempo con sus familias, sus seres queridos, disfrutar del ocio y de otros aspectos de la vida como la cultura. Este debería ser el próximo paso para nosotros en la vida laboral", llegó a decir la líder finlandesa.

El economista John Maynard Keynes predijo que para 2030 solo trabajaríamos 15 horas semanales, tres diarias. El progreso tecnológico fue lo que le hizo pronunciar estas palabras. A día de hoy, se contempla como un imposible. Sin embargo, también lo era trabajar un día menos. "Es hora de sacarnos de la cabeza que esta idea es una locura", sentencia Álvarez.