"La investigación estableció que hubo dumping en la importación de determinados vinos de uva australianos, lo que afectó a empresas nacionales del sector vitivinícola", declaró el organismo, apuntando a una relación de causa y efecto entre la venta a pérdida del producto importado y los daños que sufrieron las empresas chinas.
A partir de este 28 de noviembre, los importadores deberán abonar a las aduanas chinas un depósito de garantía, de entre el 107,1 y el 212,1%, por el vino importado en recipientes de dos litros o inferiores.
La medida podría escalar las tensiones entre China y Australia, que es el principal exportador del vino al país asiático. En 2019, las empresas australianas vendieron a China vino por valor de casi 900 millones de dólares.
El ministro de Agricultura australiano, David Littleproud, calificó la decisión de Pekín de "extremadamente decepcionante".
"El gobierno australiano rechaza categóricamente cualquier alegación de que nuestros productores de vino están vendiendo a pérdida sus productos en China, y seguimos creyendo que no hay base ni evidencia para estas alegaciones", manifestó.
Littleproud resaltó que "Australia produce uno de los productos menos subvencionados del mundo y su nivel de subsidios agrícolas es el segundo más bajo la OCDE".